12 Nov
12Nov

Hace algún tiempo, una joven que conozco bastante bien me manifestó que haría una viaje de negocios al Perú y agregó que viajaría sola porque su esposo no podía acompañarla debido a sus actividades. Como ella hace todo astrológicamente, me pidió que verificara el mejor momento para llegar, que le facilitara un mejor entendimiento con sus proveedores.

Calculé el mejor día para su arribo al Perú, pensando en sus negocios. Estaba seguro que le iría muy bien, pero me rondaba una preocupación, porque Marte transitaría por la casa cinco de su mapa natal justamente durante los días en que ella iba a permanecer en el país de los Incas. La casa 5 simboliza el enamoramiento y Marte, el asedio varonil. Esta aspectación planetaria, sumada al hecho de que ella nació con Marte en la casa 3, lo que predispone a las damas a ser conquistadas sentimentalmente cuando el factor viaje está presente, me hizo pensar que ella podría ser tentada por algún varón para tener una aventura, pero ella volvería a enamorarse de su esposo si este estaba con ella durante ese  tránsito planetario especial.

Digo esto con mucha seguridad porque lo he presenciado muchas veces y hasta he fabricado este tipo de influencias para procurar “lances amorosos”. Sin ir muy lejos, fue así como tramé conocer a quien ahora es mi esposa en un momento en que esta misma influencia planetaria la afectaba en su casa del amor. No podía jugar a perdedor, porque ella vivía en Nueva York y yo en el Perú, y ella nunca pensó en regresar al Perú y, mucho menos, casarse con un peruano, pero las influencias de las estrellas y planetas van más allá de lo que la gente quiere, gusta o desea, ya que son más fuertes que nuestra voluntad.

Volviendo a la historia de la joven, le expliqué a lo que se exponía con la influencia de Marte desplazándose por su casa 5, y también le indiqué que, como no todo puede ser trabajo en la vida, sería bueno que su esposo la acompañara en su travesía. Abreviaré esta historia señalando que su esposo accedió gustoso a viajar a Perú; pero, dos semanas después, justamente cuando la influencia de Marte la envolvería a ella en un clímax.

Cuando regresaron lucían muy diferentes (digo esto, porque el viaje que ella iba a realizar sola tenía la carga emocional de que quería tomar distancia de él “para pensar qué hacer con su relación”); vi como ella trataba a su esposo con mucho amor y cariño, a tal punto, que, en un momento dado, le manifestó a mi esposa: “No sé qué pasó, pero me he vuelto a enamorar de mi esposo”.

El caso de esta joven me hace recordar el de otra dama. Ella quería casarse, pero su novio estaba indeciso. Como el cumpleaños de ella estaba próximo, aprovechamos su viaje para “arreglar las posiciones de los planetas” de manera tal que lo ayudaran a él a tomar rápidamente la decisión de casarse. Se casaron dos meses después del cumpleaños de ella.

En la práctica astrológica, esto se consigue “trasladando” la casa 7 del mapa natal hacia la casa 1 del horóscopo del cumpleaños. ¿Cómo se logra esto? Viajando al lugar que recomiende el cosmobiólogo. Esta “acción” funciona en jóvenes enamorados pero, en las parejas casadas, esto podría conducir a un divorcio. Recuerdo el caso de una dama que quería poner fin a su relación matrimonial  (por el maltrato psicológico que recibía de su esposo). Ella viajó al lugar que le sugerí para su anticumpleaños y, en menos de un mes, estaban asistiendo al tribunal para firmar su divorcio. En dicho viaje de anticumpleaños, se “colocó” la casa 7 de su horóscopo natal sobre la casa 1 del horóscopo de su anticumpleaños.

¿Quién no ha escuchado decir: “Fue un amor a primera vista”? Pues bien, es posible que esto les ocurra a las damas cada dos años, cuando Marte transita por la casa cinco (zona astrológica del amor) de su horóscopo natal. Bueno, he aquí la explicación astrológica (la justificación cósmica) para el caso de que una dama sucumba dulcemente a las estrategias de Marte. Decimos lo propio para los varones, cuando Venus transita por la misma casa, una vez al año. Cuando Venus transita por la casa 5 de un hombre, a este no le será fácil resistirse a los encantos de la dama que lo “asedia”. O sea, todos tenemos múltiples oportunidades para enamorarnos. El conocimiento de estas fechas, nos permitirá saber cuándo podemos “cazar” al amor. Esta podría ser una explicación de por qué el hombre se enamora más  veces que una mujer.

Pero hay que distinguir el desplazamiento de Venus por la casa 5 del horóscopo (que, como hemos dicho, sucede una vez al año) de la incursión de Venus hacia la órbita de nuestro planeta, lo que sucede cada 18 meses y trae la oportunidad de atrapar ese amor esquivo, “ese amor que no llega y que hemos jurado mantener vivo desde la encarnación anterior”. Venus estará cerca de nuestra órbita entre la última semana de julio, todo agosto, y durante la primera semana de septiembre; por lo tanto, ese periodo (que suma aproximadamente 40 días), es muy propicio para los  reencuentros de amor y las reconciliaciones; así como para vestirse con ropa retro; ¡pero debemos tener cuidado con el recrudecimiento de los asedios femeninos! 

Decimos lo mismo sobre el acercamiento de Marte hacia la Tierra, pero también enfatizamos, una vez más, que dicha incursión, que tiene lugar cada dos años,  no tiene porqué ocurrir cuando dicho planeta visita la quinta casa astrológica (tanto de la de los varones como la de las damas). Nuestro planeta recibirá influencias marcianas poderosas desde fines de junio (cerca de 70 días), y el viernes 27 de julio estará relativamente lo más cercano a la Tierra, cerca de 57 millones de kilómetros y cuando se cumplen los dos años, eso hará que algunos varones se sobrepasen o quieran sobrepasarse con las damas.

¡Cuidemos a nuestros parejas de los acosos y, ¿por qué no?, de atropellos sexuales! 

Pero, retornemos hacia el camino que debería conectarnos con el momento mágico que nos permitirá vivir una “segunda luna de miel”. Eso debe ocurrir pronto porque la relación puede estar en declive, de camino hacia la ruina, y no podemos esperar que estos astros se acerquen hacia la Tierra ni transiten por la casa 5 de “nuestro zodiaco”. Bueno, siempre decimos que “se necesitan dos para bailar el tango”, en alusión a que la pareja debe querer permanecer junta para  superar sus inarmonías.  De ser así, podremos aprovechar cada día los 23 a 25 minutos de la mayor influencia de Venus “a su paso” por la ciudad donde vive la pareja para que puedan expresar sus sentimientos de amor, puedan restablecer su relación sentimental, para que uno acepte las propuestas del otro.

Si crees que naciste para no tener amor y quieres tenerlo, busca un astrólogo profesional, quien seguramente te planteará un viaje de cumpleaños y/o anticumpleños, te expondrá la necesidad de una reubicación geográfica, etc. Los remedios concuerdan con la naturaleza del pedido, y “los planetas se moverán” para que encuentres el amor verdadero y, sobre todo, duradero.

Segunda luna de miel
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