Es un punto en la carta natal que favorece la mala suerte o enfermedad, suele ser o marcar un punto muy sensible de la carta generalmente, que por aspectos que pueda recibir este Parte puede desencadenar acontecimientos muchas veces más importantes de lo esperado.
En contraposición a la Parte de la Fortuna, constituye un aviso de cautela, puesto que según el signo y casa en los que se ubique señala en qué podemos tener algún problema especial.
En este artículo voy a explicar el Parte desde una perspectiva clásica y predictiva que he sacado de apuntes que tengo de diversos autores y en más abajo me acercaré a una perspectiva kármica y psicológica.
Cuando el SOL esta encima del horizonte en nacimientos Diurnos, y como en la Parte de la Fortuna, partiendo siempre desde el Ascendente, tenemos:
ASCENDENTE + MARTE - SATURNO.
Es decir, a la longitud eclíptica del Ascendente se le suma la de Marte y se le resta la de Saturno.
Cuando el SOL esté bajo el horizonte, en nacimientos nocturnos será:
ASCENDENTE + SATURNO - MARTE.
Es decir, a la longitud eclíptica del Ascendente se le suma la de Saturno y se le resta la de Marte.
Las posiciones heliocéntricas de ambos planetas generan una nueva ubicación del Infortunio a tener en cuenta, ambas con sus respectivas posiciones tropicales y Siderales.
A partir de la Conjunción entre esos dos planetas y hasta su oposición el Infortunio siempre se ubica por debajo del eje 1-7, desde la Oposición hasta su nueva Conjunción se ubica sobre el eje 1-7.
El Infortunio es de influencia inversa, favorece con aspectos negativos y perjudica con aspectos armoniosos, si se lo relacionara con una operación matemática sería la multiplicación: - por - = +; - por + = - . El aspecto de Conjunción, Sextil o Trígono a algún planeta lo complica y genera la virtud opuesta del planeta influenciado. Si por el contrario hace aspecto negativo, como la Cuadratura o la Oposición, lo ayuda resaltando sus virtudes y le genera anticuerpos pues actúa contra sus enemigos o limitaciones, papel de antídoto. Por ejemplo: si el Sol natal se ubica en los 29º de Escorpio, la relación con una persona que tiene su Sol en 29º de Leo o Acuario tarde o temprano dicha posición genera períodos prolongados de distanciamiento, esto podrá ser por varios motivos, en una situación límite uno de esos motivos puede transformar a dicha persona en un enemigo declarado.
La ubicación en la carta natal del Infortunio indica que posición perjudicamos si cae sobre un planeta personal o le hace buen aspecto sabremos en que parte de nuestra vida nos boicoteamos, las conjunciones de nuestro Infortunio sobre el Sol de los demás indica que perjuicios consciente o inconscientemente le ocasionamos, y que seguramente venceremos ante una situación competitiva con dicha persona, por lo tanto respecto al ejemplo planteado un Infortunio en los 29º de Leo, que estaría en Cuadratura al Sol Natal es una posición y es un encuadramiento de protección ya que cualquier energía situada en ese sitio sería destruida por el Infortunio.
Conjunción, sextil y trígono:
Infortunios que complican el nacimiento:
El mejor vínculo entre la Rueda de la Fortuna y el Infortunio: La Rueda de la Fortuna en Quincuncio o Semisextil con el Infortunio, es una de las posiciones favorables a los bienes
Para hacerlo gráficamente entendible vamos a ubicar a la Rueda de la Fortuna en el cero grado de Aries y al Infortunio en el cero grado de Virgo, aquí tenemos un quincuncio en la carta natal de una persona, vamos a darle movimiento por tránsito o dirección a una de ellas, tomemos la Rueda de la Fortuna en el momento que se encuentra en los cero grados de Géminis hace un sextil a su posición natal y una cuadratura a su Infortunio, hay doble defensa y potencialidad en ese momento ayudando las buenas operaciones financieras, porque el sextil por sí solo aporta beneficio, esa Rueda de la Fortuna en los cero grados de Géminis esta defendida por el infortunio haciendo cuadratura desde los cero grados de Virgo destruyendo cualquier competidor o venciendo cualquier dificultad, no se olviden que el Infortunio actúa en forma inversa y lo que toca mi Infortunio lo perjudica, esto se asemeja a dos fichas vinculadas entre sí en una jugada de Ajedrez que defienden desde posiciones estratégicas. El contacto de la Rueda de la Fortuna en movimiento con alguien que vibre en los cero grados de Cáncer esta generando un riesgo de inversión o perdida financiera ya que hace cuadratura a su propia posición natal, el Infortunio sigue defendiendo pues esta destruyendo a esa persona o situaciones afines a ella ubicadas en los cero grados de virgo, Escorpio, Capricornio, Piscis o Tauro.Nota: Esta información aunque hace tiempo que me la paso un amigo, posiblemente sea del astrólogo Hubo Bonito.
Después de todo lo que hemos visto, podemos tener claro que el Parte del Infortunio representa un punto de la carta natal donde tenemos mala suerte, dificultades, nos boicoteamos y somos débiles. Pero hay que tener en cuenta que en el cálculo del Infortunio entran en juego dos planetas kármicos. Por un lado Saturno, éste planeta genera karma como consecuencia de nuestros deseos y ambiciones y por otro Marte que genera karma a través de la ira. En vidas anteriores se produjeron situaciones en las que desatamos nuestra ira y dañamos a las personas que no se sometían a nuestros deseos, también volcamos nuestra frustración -Saturno- siendo agresivos con los demás -Marte-. Adoptamos pensamientos y comportamientos negativos, asi como debilidades que todavía arrastramos y con ellas nos saboteamos la vida o nos relacionamos con personas que nos la sabotean. El signo donde se encuentra el Parte del Infortunio señala que debilidadades arrastramos, como nos saboteamos y la casa el área donde sufrimos este karma. Muchas veces el karma se ha relacionado con Saturno y es cierto que Saturno como planeta ambicioso que genera deseo y apego, se vincula con el sufrimiento. Sin embargo, las dificultades que Saturno nos ocasiona con disciplina, rigor y realismo se pueden afrontar y la madurez ayuda a ello. Con Saturno "la veteranía es un grado". Sin embargo, en el Parte del Infortunio, Marte se relaciona con Saturno simbólicamente. La frustración y la impotencia que genera el Infortunio, es mucho más fuerte y ocasiona ira y rabia que al mismo tiempo nos ocasiona dolor. Recuerdo un ejemplo que me puso una vez mi maestro, amigo y colega Tito Maciá. Imaginémonos un día de verano muy caluroso, el sol quema, un perro sediento desea beber agua de un cuenco que tiene cerca, pero está atado con una cuerda a una estaca y eso le impide llegar al cuenco y saciar su sed. El Parte del Infortunio se podría relacionar con la sensación de rabia e impotencia que siente el perro, está viendo el cuenco, lo tiene cerca, pero no puede acceder a él. Hay tenemos la frustración -Saturno- y la rabia -Marte-.
¿Qué podemos hacer frente al dolor y problemas que nos ocasiona el Parte del Infortunio, cuando ni siquiera la disciplina, el realismo y el rigor -Saturno- o la lucha -Marte- pueden impedir el dolor y el sufrimiento?
Al contrario, cuanto más agresivos -Marte- nos pongamos peor y cuanto más nos amarguemos -Saturno- peor-. Así en el ejemplo que me puso Tito, el perro por mucho que ladre, no hará que el cuenco se acerque y cuanto más intente tirar de la cuerda más daño se hará. Pues bien... lo único que podemos hacer es desarrollar la aceptación. Tomar conciencia de lo que nos causa el dolor y aceptarlo. Aceptarlo no quiere decir resignarse. La aceptación de las debilidades vinculadas con els signo donde se encuentra el Parte del Infortunio y el Karma que conlleva, es el primer paso para cambiarlo. Muchas veces cometemos el error de pensar que aceptar lo que nos sucede significa no desear cambiarlo. Nada más lejos de la verdad. Ante todo, para poder modificar algo, es requisito previo aceptar que ese algo nos está sucediendo. Mucha gente confunde esta aceptación con “resignación”. La resignación implica que uno se ve indefenso frente a lo que le sucede, que uno se siente incapaz de cambiarlo. La aceptación, por otra parte, significa que reconocemos que algo no nos gusta, para de ese modo ser capaces de empezar a modificarlo. Si, por ejemplo, yo niego que tengo un problema con mi pareja, jamás podría pensar en arreglarlo. Reconocer que tenemos un problema no significa que no queramos cambiarlo. Lo que sucede es que estamos acostumbrados a “luchar” contra la idea del problema en sí. Eso es negación. Mucha gente confunde la idea oriental de “aceptar lo que nos sucede sin cuestionarlo”, con la idea de “pasividad”. Esto se debe a una falta de comprensión. No hay vida más estática que la del negador compulsivo, debido a que siempre cargará con los mismos problemas a lo largo del tiempo. En cambio, la vida de aquel que acepta lo que le sucede sin luchar contra la idea, es el que se da a sí mismo la oportunidad de resolverlo. “Aceptar lo que nos sucede sin cuestionarlo” no significa que pensemos que eso que nos pasa está bien. Cuando los budistas hablan de “no cuestionar”, se refieren a “no cuestionar que eso nos sucede”, tan simple y efectivo como eso.Tenemos en la cabeza tan arraigada la idea de “forjar nuestro destino”, que temblamos frente a la simple mención de la palabra “aceptación”. Eso nos hace negar automáticamente cualquier cosa que no nos gusta, porque nos enseñan a aceptar solamente lo que nos agrada. Y lo que es peor, llegamos a creer que aceptar algo es aprobarlo.
Cuanto aceptamos las cosas que nos causan dolor, empezamos a relajarnos y entonces sufrimos menos, desde esta serenidad, podemos tomar conciencia de lo que nos causa dolor y de esta manera podemos generar cambios o evitar las actitudes que nos sabotean la vida y nos perjudican. Al fin y al cabo, eso es lo que representa el Parte del Infortunio.
Astrotarot