Frecuentemente la vestimenta celta de las diferentes sociedades indoeuropeas era muy uniforme, de esta manera, los coloridos atuendos diseñados con cuadros o barras, eran confeccionados con lanas o hilos rojizos, amarillos y azules, aunque, los nobles vestían trajes de seda con hilos dorados y bordados.
La apariencia física llegó a ser parte de la vestimenta celta masculina, conforme a ello, llevaban la barba corta, aunque la mayoría se la afeitaban y se dejaban crecer el bigote hasta tapar la boca, también, el rubio natural del cabello lo resaltaban lavándolo con cal, igualmente, se hacían trenzas que no pasaran del mentón y cuidaban su figura de la obesidad, debido a que era visto como deshonra social.
Por otra parte, los hombres celtas solían llevar pantalones o braccae sujetos a los tobillos, en la parte superior llevaban una túnica corta bordada y con flecos, que les caía hasta las rodillas, recogida con un cinturón que era adornado con incrustaciones de bronce y un saquito llamado pouch.
Además, tenían gusto por adornarse con joyas, pulseras, collares o broches, y por encima del vestuario, se cubrían con mantos de lana de oveja que señalaban el estatus social de acuerdo a su longitud y volumen, sujetados con pasadores metálicos con increíbles diseños, de los cuales algunos se convirtieron en símbolos celtas.
Los guerreros de la cultura celta cuando no usaban casco se peinaban el pelo en forma de cresta, y pintándose con tatuajes azules en todo el cuerpo, empleaban armaduras como el casco de hierro con cuernos, el escudo oval de roble, la espada de antenas, y sobre todo un pesado collar que poseía poderes mágicos y que a veces los impulsaba a ir desnudos a las batallas.
Habitualmente a las mujeres les gustaba dejarse el pelo largo que sujetaban con agujas en moños o haciéndose trenzas. Al mismo tiempo, la vestimenta celta femenina se caracterizaba por el uso de extensas túnicas o peplum, sujetas con un cinturón, y sobre los hombros un manto o sagum que cubría el cuerpo.
Aparte, otra prenda era la falda ancha de cuadros enrollada a la cintura y que enseñaban el tobillo. Igualmente, usaban todo tipo de joyas como collares, brazaletes, pulseras de tobillo y broches, que acompañaban con un ligero maquillaje facial hecho de extracto de fresas.
Finalizando, si en algo influyó la vestimenta celta, fue precisamente que el porte de los nativos sumado al colorido, la hizo tan llamativa, que constituyó un motivo de inspiración para los propios romanos.
Cultura 10