15 Feb
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La astrología es un arte en la medida en que es necesario trascender sus símbolos en busca de un significado más profundo para restituir la esencia y el significado de una realidad de nivel superior; el nivel donde la conciencia se refleja a sí misma.

La astrología es una ciencia porque es capaz de establecer paralelismos entre lo observable y lo significativo, calificando los elementos que interactúan en la naturaleza según un modelo de representatividad del mundo.

Las herramientas de su oficio son básicamente simples. Esta es una doctrina desarrollada a partir de la relación de los ciclos astronómicos del sistema solar con los procesos de vida en la Tierra.

Sin embargo, juntar estos elementos en una carta natal o considerarlos actuando en la naturaleza requiere un don superior por parte del astrólogo: la capacidad de interpretar diseños celestiales. No es videncia, sino el ejercicio de un arte en constante cambio: el arte de hacer humano lo divino.

La carta astrológica es la base de las interpretaciones que utiliza el astrólogo para emitir su análisis.

Conoce más sobre ella:

Según el día, mes, año, hora y lugar de nacimiento en que naciste, un signo zodiacal salía por el este, en la misma dirección en que sale el sol. Este punto está representado astrológicamente por el Ascendente, que marca el inicio o nacimiento de un acontecimiento o de una persona.

En el ser humano, el Ascendente señala las condiciones físicas, la apariencia, la forma espontánea de ser que tiene al relacionarse con el mundo. En este momento, la Rueda Celestial de la Vida - el Zodíaco de la eclíptica - se superpone a las 12 Casas Astrológicas que significan 12 áreas de la vida en las que tendrás la oportunidad de manifestar los 12 signos zodiacales. Como ejemplo, imagina una persona que nació el mismo día que tú, pero dos horas antes o después: la carta astrológica de esta persona mostrará un Ascendente (personalidad, cuerpo físico, la forma en que siempre comienzas las cosas la primera vez) y un Medio Cielo (vocación y realizaciones) diferente al suyo, así como la forma en que ella aborda el estudio, la vida conyugal, las crisis de la vida, los hijos, la espiritualidad, el trabajo diario, etc., porque todos estos sectores de la vida, representados por las Casas Astrológicas, parten de signos diferentes a los tuyos. Compuesto por el Sol, la Luna -las dos luminarias- y los 10 planetas, además de algunos puntos como la Rueda de la Fortuna y los Nodos Lunares.

La interpretación del significado de cada Casa se hace teniendo en cuenta el Signo que se encuentra en la cúspide (inicio) de esa Casa.

Ahora, imagina los 12 signos del Zodíaco, que son, al mismo tiempo, indicaciones sobre tipos de cosas en la vida y formas de hacer las cosas que cada uno hace en la vida. Se dividen por sus triplicidades, pues hay tres signos por serie: los de Aire, que son relacionales y mentales: Géminis, Libra y Acuario; los de Fuego, que son impulsivos e intuitivos: Aries, Leo y Sagitario; los de la Tierra, que son directores y buscan hacer realidad los sueños: Tauro, Virgo y Capricornio; y los de Agua, pura emoción en sus 3 formas: Cáncer, Escorpio y Piscis. Hay otras divisiones de los 12 signos, pero para la comprensión de este informe esta información es suficiente.

Ahora, añádele al cuadro el Sol, la Luna y los tres planetas personales: Mercurio, que simboliza la comunicación y el razonamiento, Venus, que habla del mundo afectivo, Marte, que representa nuestro impulso de autoafirmación. Júpiter significa los procesos de expansión y Saturno, los procesos de cristalización y maduración. Ahora imagina tres planetas más, descubiertos más recientemente, desde el siglo XVIII. Cada uno de ellos representa ondas colectivas y generacionales, que serán entendidas de manera diferente por generaciones, según el signo en el que se encuentren: Urano, la voluntad de transgredir, fragmentar, innovar; Neptuno, la búsqueda del paraíso, la ilusión y también el escapismo; Plutón, el ímpetu para la destrucción de los estándares anacrónicos y la pulsión de muerte. Cada uno de estos planetas, aparte del Sol y la Luna, que se mueven muy rápidamente por el Zodíaco, estarán en diferentes signos zodiacales según el día de nacimiento.

Ahora tienes una imagen casi completa. Si a todos estos elementos le sumas la Rueda de la Fortuna, la Cabeza y la Cola del Dragón, puedes imaginarte el complejo mundo de una carta astral, donde las posibilidades de que dos personas tengan los mismos planetas en los mismos signos y en las mismas casas es muy bajo, muy raro incluso, porque incluso en los signos hay diferencias en la simbología de cada uno de los 30 grados que forman cada uno de los 12 signos.

Por eso los astrólogos llaman a la carta astral un Mandala Personal: un laberinto donde los significados se superponen, marcando al mismo tiempo el punto de equilibrio y el infinito en el círculo, que es el símbolo del centro del corazón de la vida de cada uno.

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