Una Sinastría es un análisis de compatibilidad entre una o varias cartas natales, el cual se centra en dilucidar la dinámica de la relación entre las personas involucradas. La sinastría, (sinastría literalmente significa unión o relación de estrellas) una técnica antigua en la astrología, compara las cartas natales de dos personas para averiguar el grado de compatibilidad entre ellas. Se usa principalmente para determinar el flujo de energía entre parejas (el enfoque más solicitado), pero también se puede aplicar para apreciar el nivel de cooperación o afinidad entre amigos, socios o padres e hijos.
La sinastría puede aplicarse a relaciones de pareja, padres e hijos, socios, amigos, amantes, parientes, compañeros, o cualquier otro tipo de relación.
Para comparar las dos cartas, se muestran los dos gráficos a la vez, y se analizan los aspectos entre los planetas de ambos y el emplazamiento de estos en las casas de la otra persona. Para ello se superponen las dos cartas astrales, y a continuación, se calculan los aspectos entre los planetas de ambas cartas.
De esta manera, cada uno puede apreciar cómo fluyen las energías entre los dos: cuáles son las áreas donde existe un contacto armonioso y productivo y, dónde las energías interfieren la una con la otra, causando tensión y frustración.
También se considera el significado de los planetas de un horóscopo en las casas del otro y se realiza un estudio de armonía de las dos cartas astrales.
El mundo de las relaciones personales, especialmente de las íntimas, es un mundo complejo y delicado. La sinastría no pretende abarcar toda la complejidad de una relación entre dos personas.
No obstante, ofrece un punto de partida sorprendentemente acertado que permite al astrólogo y sus clientes tener una idea global del intercambio energético y la compenetración entre dos personas.
El objetivo es conocer mejor a la otra persona para mejorar nuestra relación, en este caso la sinastría tiene las claves de las áreas que pueden estar poco aprovechadas en nuestra relación, así también con los temas que causan fricción e incomodidad.
De esta manera, se puede traer a la conciencia patrones de conducta que han sido sentidos pero no comprendidos y encontrar la forma de encarar los temas más significativos para que la relación sea desarrollada al máximo.
Comprender nuestro propio comportamiento y el de nuestros seres queridos es un deseo inherente y latente en toda la humanidad. La sinastría es uno de los elementos que te ofrece la astrología para poder hacerlo realidad.
En la astrología bien entendida cada uno de los planetas tienen un peso importante y no se puede formar una imagen calificada si no se analizan las relaciones de todos estos planetas e incluso no solo en el momento del nacimiento sino en sus respectivas progresiones.
Otro factor a considerarse siempre es la casa 7, que rige el matrimonio. Una persona tendrá una tendencia a unirse con beneficio (o al menos cumpliendo su destino astrológico) con una persona que esté regida o que tenga una fuerte presencia del planeta o el signo que rige la casa 7 de la primera. Es decir, si una persona tiene a Sagitario como regente de su casa 7 deberá de observar el Júpiter de la pareja prospectada o incluso una importante presencia de Sagitario en esa persona (lo cual marca de todas maneras una presencia importante de Júpiter). También se deberá a mirar al huésped de la casa, esto es si un planeta aparece en la casa 7. Por ejemplo, casa 7 en Sagitario y Mercurio también en los grados que abarca esta casa.
En el caso de la atracción sexual, naturalmente se debe de observar la posición de los planetas sexuales: Venus y Marte. Estos ardientes amantes en la mitología griega, simbolizan la seducción y el placer (Venus) y la acción y la excitación que genera la seducción, la energía libidinal (Marte). Si una persona tiene a Marte donde la otra tiene a Venus o viceversa, esto es considerado favorable, al igual que aspectos entre estos dos planetas o entre Venus-Venus que es finalmente el planeta de lo placentero, la belleza y la armonía; Marte en cambio simboliza también la división y el conflicto sin embargo provee la pimienta y el fuego necesario para cierto tipo de pasiones. Asimismo se puede atender al regente de la casa 5 que determina la sexualidad y la diversión.
William Lilly, uno de los astrólogos más reconocidos de la historia, señala que para observar la tendencia a la amistad de dos personas se puede buscar que existan paralelos entre las posiciones de las Fortunas o Gracias en las cartas, esto es los planetas "benignos": Sol, Venus y Júpiter (y en este caso William Lilly incluye la Luna, que siendo el planeta de la generación en la tierra, tiene que ver especialmente con el matrimonio y la fecundidad). De aquí también que aspectos entre los maléficos: Saturno y Marte, sean poco auspiciosos.