Como ya fue referido en artículos anteriores, las dignidades planetarias son domicilio, exaltación, exilio, caída, término, triplicidad, decanato y dodecatemoría, cada una de las cuales otorga un valor simbólico a los planetas en la carta astral, pero ¿A qué se refieren estos conceptos?
Un planeta en domicilio es aquel que se encuentra en el signo del cual es regente (por ejemplo: Venus en Tauro o en Libra). En esta posición, la influencia del astro fortalece los elementos involucrados. Los domicilios diurnos se cuentan a partir de Leo y los nocturnos a partir de Cáncer.
Un planeta exaltado tiene mayor poder que un planeta en domicilio; sin embargo, sus efectos no permanecen en el tiempo. Otorga privilegios, y se sincroniza con la acción del regente del signo (ejemplo: el Sol exaltado en Aries, trabaja en coordinación con Marte, regente del carnero).
Cuando un planeta se encuentra en el signo opuesto de aquel que rige, se dice que se encuentra en exilio, lo que quiere decir que la potencialidad del signo se impone sobre la energía del planeta. Aunque puede parecer desfavorable, al igual que la caída, la realidad es que presenta desafíos necesarios para la evolución.
En caída, el planeta se encuentra en el opuesto al signo de exaltación, por lo que su energía se ve impedida de manifestarse, o es expresada en áreas de la vida que no parecen convenientes; no obstante, es una posición que nos invita a estudiar el manejo del mundo emocional.
Un planeta rige o gobierna a otro (y en ese caso se llama dispositor) cuando este último se encuentra en el domicilio del primero. Esta influencia se realiza de forma que el planeta que gobierna, afecta mediante sus características que le son propias, al planeta gobernado. Es decir, si el Sol se encuentra en Aries, entonces el dispositor del Sol será Marte, porque Marte es el regente de Aries. Esto quiere decir que el Sol tendrá rasgos "marcianos" (agresividad, energía, impulso, etc.).
El concepto de término es quizás uno de los más complejos en la astrología tradicional, y señala que cada signo zodiacal es dividido en cinco partes, regidas por los 5 planetas antiguos (Marte, Venus, Júpiter, Saturno y Mercurio), sin incluir las luminarias (Sol y Luna). Si un planeta se encuentra en la sección del signo que rige, gana dignidades planetarias o astrodinas. En el estudio de la carta astral, un planeta en su término es interpretado como acontecimientos fortuitos, que ayudan a cumplir objetivos propuestos.
La triplicidad está relacionada con la división de los signos zodiacales por elementos, en grupos de tres: Fuego (Aries, Leo, Sagitario); Tierra (Tauro, Virgo, Capricornio); Aire (Géminis, Libra, Acuario); y Agua (Cáncer, Escorpión y Piscis). La noción de triplicidad en las dignidades planetarias, indica que cada triplicidad se rige por un planeta: Fuego – Sol (en cartas diurnas) y Júpiter (en cartas nocturnas); Tierra – Venus (diurna) y Luna (nocturna); Aire – Saturno (diurno) – Mercurio (nocturno); Agua – Venus (diurna) y Marte (nocturna). Nota: esta clasificación corresponde a la astrología moderna, el método tradicional adjudicaba tres regentes a cada triplicidad. Cuando un planeta se encuentra en la triplicidad que rige, su potencialidad aumenta. En la interpretación de la carta astral, es indicativo de que las acciones emprendidas recibirán apoyo, y que el resultado beneficiará a varias personas, no solo el consultante.
Los decanatos dividen el signo zodiacal en tres partes, cada una de las cuales representa el avance del Sol por los grados del signo, de 10 en 10 grados, (cada decanato dura 10 días, en tiempo real). Los decanatos tienen la regencia de un planeta o luminaria, manteniendo la siguiente secuencia: Marte, Sol, Venus, Mercurio, Luna, Saturno, y Júpiter, (recuerda: la astrología tradicional trabaja solo con los planetas antiguos). Por ejemplo, el primer decanato de Aries es regido por Marte, el segundo por el Sol y el tercero por Venus; mientras que el primer decanato de Tauro es influenciado por Mercurio, el siguiente por la Luna y el último por Saturno. Si un planeta se encuentra dentro del decanato que rige, (de acuerdo con los grados expresados de la carta natal), recibe una puntuación, dignidad o astrodina. Esto puede intensificar o modificar algunas de las características de la personalidad del nativo, distinguiéndolo de otros del mismo signo.
Al igual que los decanatos y el término, la dodecatemoría divide al signo, pero esta vez en 12 partes iguales, de 2,5 grados cada una (recordemos que la sección adjudicada a cada signo en la carta natal es de 30 grados). Cada una de estas nuevas secciones se encuentra regida a su vez por un signo y su planeta, en el orden conocido (Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario, y Piscis). Cuando un planeta se encuentra en la dodecatemoría que rige (por ejemplo: Marte en la primera sección, que se encuentra bajo la influencia de Aries), recibe puntuación. En la interpretación de la carta astral, este tipo de dignidad planetaria ayuda al consultante a mantener su determinación en las metas que se ha trazado, y canalizar su energía en la forma más conveniente. Cabe destacar que muchos astrólogos modernos solo consideran cuatro dignidades planetarias (domicilio, exaltación, exilio, caída) al momento de interpretar una carta natal, lo que no quiere decir que esté bien o mal, sino que simplemente es una perspectiva de estudio.
A continuación, se exponen las dignidades correspondientes a los planetas del sistema solar, de acuerdo con la astrología moderna.
La mayoría de los autores especializados en el tema de la astrología, tienen diferencias a la hora de mencionar la exaltación y caída de Neptuno y Plutón, algunos hasta las consideran por definir.
Con respecto a los asteroides, los mismos no se incluyen en el estudio de las dignidades planetarias; ya que su influencia es menor que la de los planetas principales; sin embargo, existen astrólogos que los toman en cuenta, durante el proceso de interpretación.
Importante: el puntaje, el número de astros considerados y las dignidades, pueden variar dependiendo del experto consultado.
Si bien el tema de las dignidades planetarias reviste cierta complejidad en su estudio, es una de las muchas formas que nos presenta la astrología, moderna o tradicional, para propiciar el autoconocimiento, entendiendo los aspectos que se exponen, no como una realidad que no puede ser cambiada, sino como el punto de partida en el proceso de desarrollo personal.
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