Un eclipse solar, que ocurre durante la Luna Nueva, literalmente torna el día en noche. Un eclipse lunar, que ocurre en Luna Llena, parece borrar a la luna del cielo. Los eclipses son lunaciones especiales que se producen sobre la eclíptica, que es el “camino” del Sol en su paso por las diferentes constelaciones; todos los años se producen algunos, tanto de Sol como de Luna.
La astrología se basa en la ley de correspondencia y analogía que reza: “Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba para que perpetúe el milagro de la Unidad”; por lo que a un determinado evento celeste (macrocosmos) le corresponde otro igual de las mismas características y en el mismo sentido en la tierra (microcosmos).
El Sol y la Luna se corresponden con factores conscientes e inconscientes respectivamente; al opacarse u oscurecerse en un eclipse generan, en cada caso, un conflicto que provoca una movilización: la crisis en cuestión puede tener que ver con un reordenamiento, una renovación o asuntos en la vida que requieran mayor atención y energía.
Un eclipse de Sol puede simbolizar la desaparición momentánea de nuestro potencial interior, sentimos ausencia de poder personal, de voluntad, de capacidad visualizar metas personales; en cambio, un eclipse lunar nos fuerza a comprobar nuestro pasado (Luna) a la luz de la experiencia actual y puede relacionarse con confusión y momentos particularmente propicios para esconder, ocultar, fomentar o expandir "sombras" de manifestación emocional.
Para la astrología, el Sol es el dador de vida y energía; su oscurecimiento en el cielo -aunque sea por una pequeña porción de tiempo como sucede en un eclipse- es una señal de ausencia de las mismas. Existe una comprobada interacción entre los eclipses y una desvitalización, por esa, razón cuando nos afectan los eclipses de Sol, podemos sentirnos más cansados, estresados, fatigados o abatidos.
Durante los eclipses de Luna, nuestras emociones y sentimientos pueden verse alteradas. Es recomendable durante ese tiempo estar muy en contacto con nuestro Ser interno, practicando actividades que se relacionen con la meditación, reflexión e introspección, aprovechando la oportunidad para percibir nuestros condicionamientos y ataduras con el fin de elaborarlos y reorientar de esta manera nuestro camino explorando nuevas posibilidades.
Consideramos que los eclipses afectan un determinado punto y su opuesto y, en el caso de estar afectado dicho eclipse por malos aspectos, también los consideraremos como puntos sensibilizados por el fenómeno celeste. En general, el efecto de un eclipse no se nota solamente en el momento de producirse: ya desde la antigüedad se consideraba que un eclipse tenía vigencia hasta producirse el siguiente de la misma clase, por lo que probablemente también notaremos sus efectos cuando un planeta “activador” (generalmente Marte o cualquier planeta rápido que transite por el punto del eclipse movilizando los puntos sensibilizados) toque el punto del eclipse, es por esa razón que, en ocasiones, los eclipses parecen no provocar nada hasta un tiempo después.
Los eclipses sincronizan con el mal clima, “corrupciones en la atmósfera”, con terremotos, con erupciones volcánicas y, muchas veces, con accidentes donde intervienen gran número de personas. Por esa razón es conveniente que, durante los eclipses y su “tiempo de acción”, se eviten las aglomeraciones de personas y los lugares muy concurridos. Las reglas de la tradición astrológica aconsejan no comenzar nada en momentos de eclipse porque lo que se comience no funcionará en la forma esperada. Por eso, es mejor no considerar nuevos proyectos en tiempos de eclipse, no hacer propuestas ni tomar decisiones trascendentes. Si alguien viene con un ofrecimiento, habrá que considerarlo cuidadosamente y después de observarlo en todo sentido, proceder y conservar un estado de ánimo ecuánime y templado, ya que los eclipses tienden a asociarse con tiempos de confusión y poca claridad.
Durante el año 2020 habrá cuatro eclipses lunares penumbrales, tales eclipses son causados cuando el Sol, la Tierra y la Luna están casi alineados, pero no del todo, y nuestro satélite se desplaza hacia la sombra de la Tierra durante unas horas. Habrá también dos eclipses de Sol, uno penumbral y el otro total de Sol que proyectará su sombra sobre la Patagonia Argentina.
Recordemos que los eclipses de Luna son visibles en toda aquella porción de la Tierra que sea nocturna y, por lo tanto, sea posible observarlo; en cambio, sólo es posible observar los eclipses de Sol cuando nos hallamos en su cono de sombra: no son visibles desde toda la faz de la tierra.
El primer eclipse de la década se produce el 10 de enero en el grado 20° del eje Cáncer-Capricornio. Se trata de un eclipse penumbral de Luna, es decir, que no se trata de un eclipse total, que son los más fuertes, porque cuanto mayor sea el oscurecimiento del luminar (Sol o Luna) eclipsado, mayores serán sus efectos.
Un eclipse de Luna se produce solamente durante la Luna llena. La Luna se encuentra en el apogeo lunar, está más alejada de la Tierra. Todos los eclipses tienen efectos sobre el campo electromagnético de la tierra y, por lo tanto, pueden ser medidos científicamente; de la misma forma, un eclipse puede afectar también el campo magnético de nuestro cuerpo humano.
Durante el eclipse lunar, el reflejo de la radiación infrarroja se detiene completamente. Durante la Luna Llena, y especialmente durante un eclipse lunar, la tensión superficial de los líquidos aumenta. Nuestros cuerpos son en su mayor parte líquido, por lo que aumentará la tensión a causa de efectos bioquímicos en nuestro organismo.
Los eclipses traen cambios de dirección inesperados o eventos que parecen “destinados” a suceder cuando tocan un punto sensible cualquiera en la carta. La zona de ocurrencia del eclipse es la zona de afectación donde más intensamente se sienten sus efectos.
Para que nos afecte, no se trata únicamente de que el eclipse caiga o no en nuestro signo solar. Para conocer dónde pueden manifestarse más claramente sus consecuencias es importante saber qué punto o casa de la Carta natal afecta, ya que podemos tener planetas en puntos sensibilizados por el fenómeno.
Sin embargo, es un eclipse que “se las trae”, ya que activará los tránsitos de dos pesos “pesados”, como son Saturno y Plutón, próximos a su conjunción partil (exacta) que se producirá el 12 de enero, acompañando un gran desbalance energético que se irá desarrollando durante los primeros meses del 2020 con un gran stellium en Capricornio.
El eclipse se produce el día 10 de enero 2020 a las 19:21 de TU 16:21 horas de Argentina, a 20° del eje Cáncer Capricornio; y la conjunción de Saturno con Plutón se produce el día 12 de enero en el grado 22° de Capricornio. Este aspecto marca generalmente crisis de limitación y contracción, y tiene un carácter opresivo-restrictivo asociado con la finalización de alguna etapa. A menudo ocurre que los problemas económicos aquejan y hay que asumir más responsabilidades. Este aspecto sincroniza con un período de pruebas y tensiones no sólo a nivel individual sino a nivel colectivo, ya que estuvo presente en momentos dramáticos de la historia de la humanidad, como las guerras mundiales, la crisis del 30, la caída de las Torres gemelas, nuestra guerra de Malvinas, etc.
Las restricciones de Saturno impuestas a las energías de Plutón pueden resultar peligrosas porque pueden hacer que algo estalle de acuerdo con las circunstancias. Una manera de descargar positivamente esta energía es tratar de producir un cambio de estructura en la vida. Los efectos positivos de esa conjunción tienen que ver con la participación en logros obtenidos por grandes grupos en las cuales uno es una de las muchas individualidades que trabajan a unísono por un mismo objetivo.
Como en todas las Lunas Llenas, durante este eclipse de Luna, nuestras reacciones serán más instintivas y viscerales y los efectos sobre el organismo serán más directos, con mayor tendencia a los trastornos psicosomáticos, por lo que será recomendable nos ocupemos de relajarnos. Un eclipse lunar (en Luna Llena) marca finales, el tiempo de conclusión o de culminación de ciertos acontecimientos. Si conseguimos sosegar nuestra mente, nuestro cuerpo estará más flexible, liviano y viceversa. En los eclipses de Luna hay que recordar que hay que trabajar sobre nuestras emociones enfocando nuestra conciencia (quien realmente somos) a un “espacio sin mente”, nuestro Yo Interior, nuestra verdadera esencia. Hay que recordar que, durante los eclipses, como en toda crisis de reordenamiento, se presenta la oportunidad de liberarnos de lazos negativos para alinearnos de otro modo al examinar y sondear nuestro interior buscando nuevos caminos y posibilidades. Cuando se puede ser consciente de los procesos internos de nuestra mente, cuerpo y emociones, se pueden dirigir las energías a donde más se necesitan.
Seguimos con los eclipses de Luna, ya que todos tendrán en común ciertas pautas. Durante un eclipse podemos sentirnos más emocionales, especialmente si el eclipse es lunar, por lo cual nuestro juicio no será el más correcto, no tendremos completa la información. Si es posible, será prudente esperar antes de decidir. El eclipse puede causar cambios de humor y desequilibrio en las personas.
Este eclipse de Luna se produce el día 5 de junio a las 16: 12:14 hora de la Argentina 19:12:14 TU con el Sol a 15 34° de Géminis, la Luna en el punto opuesto 15° Sagitario 34 y con Marte en cuadratura partil al punto del eclipse a 15° Piscis 52 y además Venus está retrogradando, El eclipse movilizará a quienes tengan puntos sensibles a mitad del segundo decanato a los Signos mutables, es decir, Sagitario, Géminis, Virgo, Piscis.
Quienes hayan nacido en los días cercanos al 5 de junio, 5 de diciembre, 5 de septiembre y 5 de marzo -recordar que el eclipse se manifestará claramente en la/s casas correspondientes a esa longitud zodiacal y no necesariamente habiendo nacido en esos días-, podemos tener puntos sensibles en esa zona y desconocerlos.
De este eclipse podemos esperar todo menos tranquilidad, el aspecto tan exacto de Marte al punto del eclipse hace pensar en cuestiones asociadas a la violencia, a la agresividad, al conflicto y a los enfrentamientos y como se trata de un eclipse de luna, la emocionalidad entra en juego.
Están en juego los luminares (el Sol y la Luna) pero interviene Marte en Piscis como fuerza disruptiva. En primer lugar, destaquemos que están implicados los cuatro signos “dobles” los mutables. Por lo tanto, podemos esperar más de un acontecimiento relacionado al eclipse, o cuestiones que se repitan. Marte en Piscis puede tener que ver con todo tipo de asunto asociado al mar o al océano, pero también con venenos, con la industria química, la industria médica, a las drogas, los peces, los virus y las contaminaciones. Es muy importante que aquellas personas afectadas por estas energías sean cautos y responsables en el tiempo de influencia del eclipse cuidando no quedar expuesto a riesgos innecesarios como emprender viajes especialmente por agua, estar en contacto con sustancias o personas tóxicas para protegerse de posibles intoxicaciones tanto alimentarias como de otro tipo. También sería aconsejable estar alejados de todo conflicto.
Este eclipse ocurre dos semanas después de un eclipse anular de Sol y vuelve a movilizar el eje Cáncer/Capricornio, esta vez el grado 13°37, es decir, los grados medios del segundo decanato. Este eclipse se produce el 5 de julio 2020 a las 1.44 hora de Argentina (04.44 hs de TU). Por lo cual afectará fundamentalmente quienes tengan puntos sensibles en esa franja del zodiaco, así como quienes hayan nacido en días cercanos al 5 de julio o al 5 de enero.
Un eclipse lunar usualmente marca situaciones culminantes. Se manifiestan momentos de alteración, desorden, desconcierto o confusión, cierto sentimiento teñido de nostalgia o pesimismo por cosas de la vida que uno siente que está dejando atrás. Y ocurre que lo que puede parecer ser en realidad no es.
El primer aspecto que hace la Luna cuando sale del eclipse es una conjunción con un Júpiter en caída que en general es perjudicial por su costado excesivo, además, está conjunto con Plutón. Esa combinación reviste tintes de fanatismo, gracias a Plutón que le confiere un talante ambicioso, visceral y poco racional.
El eclipse ocurre con Mercurio retrógrado en cuadratura a Marte, por lo cual, además de sincronizar con inclemencias climáticas, quienes se vean afectados por el eclipse, tendrán que cuidar mucho las palabras, especialmente aquellas que se clavan como un cuchillo, hacen doler, o lastiman. Mercurio se encuentra emplazado en el emocional Cáncer y será quien esta vez sufrirá los embates de Marte. La figura del eclipse se encuentra fuertemente influida por un Saturno en Capricornio, ya retrógrado, por lo cual tendrá una expresión triste, restrictiva y de escasez. La Luna eclipsada en el signo de su exilio marca sufrimiento emociona, tendencia a la melancolía y la soledad.
El último de los eclipses penumbrales de Luna del 2020 se produce el día 30 de noviembre en el grado 8° 38 del eje Géminis/Sagitario a las 06:29 am hora de Argentina a las 09:29 TU. Este eclipse ocurre en los últimos grados del primer decanato de los signos mutables: Géminis/Sagitario, el eje de la comunicación.
Serán más notables los efectos del eclipse para aquellas personas nacidas en los días cercanos al 30 de noviembre o al 30 de mayo, o que tengan puntos sensibles en esa franja del zodiaco. Durante los eclipses de Luna, nuestras emociones y sentimientos pueden desbordarse hasta el punto de ser percibidos claramente por los demás.
Los eclipses iluminan con la realidad la parte de la vida que es tocada por ellos, actúan como iluminadores, revelando una condición de la que no se estaba consciente o que no se sabía que existía. Pueden actuar como catalizadores para decisiones importantes. También, bajo un eclipse podemos entender el verdadero carácter de una persona cercana.
El signo de Géminis, donde se encontrará la Luna eclipsada, está asociado con escritos, escritores, periodistas, con viajes o desplazamientos cortos, con escuelas, mercados, con jóvenes, estudiantes y adolescentes e indica vendavales. Por lo tanto, habrá que cuidar, atender, vigilar todo aquello que se refiera a ese tipo de asuntos.
El 21 de junio 2020 se produce el primero de los dos eclipses de Sol. Nunca hay menos de dos eclipses solares al año y nunca más de siete (este año 2020 habrá 6 en total). El número habitual de eclipses (solares y lunares) es de cuatro: dos de sol y dos de luna. Normalmente se producen en pares, lo cual significa que el eclipse de la Luna llega dos semanas antes o después que el eclipse del sol. El ciclo de eclipses se repite cada 170 días.
Los eclipses pueden anunciar eventos importantes en nuestra vida, así como encuentros, rupturas o cambios de trabajo.
Este eclipse se produce el día 21 de junio a las 3:45:18 hora de Argentina a las 6:45:18 (TU) en el primer grado de Cáncer, afectando y moviendo puntos sensibles que estén cercanos al primer grado del eje Cáncer/Capricornio. El eclipse se produce a poco de haber ocurrido el solsticio de verano en el hemisferio Norte, por lo cual tendrá una mayor importancia sobre todo en astrología mundial, que es aquella que se encarga del estudio de las configuraciones universales con relación a los países y naciones.
Este eclipse pertenece a la serie de Saros (clasificación de los eclipses) 4 Norte y, según la astróloga Bernadette Brady, está asociado a momentos de inhibición, restricción, separación y desilusiones. Pueden ocurrir eventos que parecen bloquear al individuo. En este bloqueo el individuo es muy propenso a juzgar mal sus fortalezas o la situación que está atravesando. Se recomienda esperar hasta que pase el eclipse antes de tomar cualquier acción real. Esta es una serie Saros difícil.
Aun cuando un eclipse no nos afecte directamente, notaremos que hay mucha acción no sólo a nuestro alrededor sino también en el mundo. Los periódicos estarán llenos de información importante.
Con los eclipses algo termina y algo comienza, por lo que hay que tratar de no encarar grandes acciones ni tomar decisiones drásticas o apresuradas bajo su influencia. Convendrá esperar un tiempo y actuar unas semanas después. Será mejor oír que actuar.
Los eventos que siguen a un eclipse tienen mayor peso que los eventos que traen las Lunas Nuevas normales. De hecho, un eclipse es como una nueva turbina, una Luna Nueva que trae mucha más energía y empuje.
El eclipse del 14 de diciembre de 2020 es el eclipse más importante de la Serie por tratarse de un eclipse total de Sol. Los eclipses más importantes son los de Sol. Y cuanto mayor sea el oscurecimiento del luminar (Sol o Luna) eclipsado, mayores serán sus efectos.
Los eclipses traen cambios de dirección inesperados o eventos que parecen “destinados” a suceder cuando tocan un punto sensible cualquiera en la carta. La zona de ocurrencia del eclipse es la zona de afectación donde más intensamente se sienten sus efectos.
Este eclipse total de Sol será visible desde distintos lugares de América del Sur, incluyendo Argentina, Perú, Bolivia, Chile, Uruguay y Paraguay, y los océanos adyacentes. Pero en la Patagonia de Argentina será el lugar en donde ocurrirá el mayor tiempo de sombra de este eclipse, alcanzando una duración de 59 minutos con 10 segundos. De acuerdo con Ptolomeo, los efectos de un eclipse de Sol estarán vigentes tantos años como horas haya durado el oscurecimiento en tanto que los efectos de un eclipse de Luna se sentirán tantos meses como horas haya durado. Otra teoría dice que el efecto de un eclipse tiene vigencia hasta producirse el siguiente eclipse de la misma categoría.
Este eclipse se producirá el día 14 de diciembre a las 13:16:25 hs de Argentina y a las 16:16:25 de TU, a los 23° 08 del signo de Sagitario, afectando fundamentalmente a quienes hayan nacido el día 14 de diciembre o 14 de junio y días cercanos o quienes tengan puntos sensibles en esa zona del zodíaco.
Esta serie Saros de eclipses lleva consigo sentimientos emocionales muy fuertes sobre relaciones y/o dinero. Podría haber ira o lujuria. Hay una sensación de destino y las personas pueden encontrarse atrapadas en eventos de relación que están más allá su control. También podría haber un repentino deseo de terminar con una relación. Durante el eclipse las emociones pueden verse obstaculizadas o verse frustradas de alguna manera. El mejor enfoque para trabajar con este eclipse es evitar la acción precipitada hasta que los problemas se expresen claramente.
Si un eclipse cae en el día de cumpleaños (o muy cercano), el año que comienza probablemente será un año de eventos. Se experimentará un cambio grande en una parte específica de la vida y habrá que cuidar la salud porque se está más sensible a enfermarse que lo usual. También, hay que tomar seriamente cualquier mensaje oído al momento del eclipse, normalmente no habrá modo de dar vuelta la situación. Si llegan noticias desagradables en un eclipse, habrá que entender que hay poca chance de modificarlas. Los eclipses alumbran con la realidad la parte de la vida que es tocada por ellos. Los eclipses actúan como iluminadores, revelando una condición de la que no se estaba consciente o que no se sabía que existía. Pueden actuar como catalizadores para decisiones importantes.
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