Niké era la diosa griega de la victoria, y como tal personificaba el triunfo ante las adversidades y los obstáculos, especialmente en tiempos de guerra. Como diosa guerrera, Niké acompañaba a Atenea en todas sus batallas. Era representada como una mujer alada, con una corona de laurel u olivo en la mano, para coronar a los vencedores. Niké no ofrecía sus dones a cualquiera, solo a aquellos que luchaban hasta el final, para conseguir con sus objetivos. Conéctate con Niké, para cultivar la perseverancia en la procura de tus objetivos, hasta alcanzar la victoria.
Afrodita era la diosa griega del amor, la belleza y el deseo. Amaba el lujo y la comodidad, era benévola con sus dones, pero también caprichosa, como lo demuestran las relaciones que sostuvo con dioses y hombres. Conectar con Afrodita, se refiere no solo a reconocer la propia capacidad de dar amor a otros, sino la de darte amor a ti misma, valorarte y apreciarte por lo que eres, porque lo vales y lo mereces.
Como mensajera divina (título que compartía con el dios Hermes), la diosa Iris personificaba el pacto entre dioses y hombres, y, por tanto, era la encargada mantener el flujo de la comunicación entre ambos grupos. Representada con alas doradas y una túnica multicolor, Iris era reverenciada como maestra de la filosofía. Sus viajes por el mundo eran señalados con la presencia del arcoíris: el recordatorio de la unión de mortales e inmortales. Vincularse con la diosa Iris, invita a reflexionar sobre el poder de lo que comunicamos, y la importancia de ser críticos y prudentes con nuestros mensajes.
Reconocida como una de las más antiguas diosas madre, Deméter era la deidad griega de la agricultura y la naturaleza, y, por lo tanto, una de las guardianas de la vida en la Tierra. De acuerdo al mito, cuando Deméter partió en busca de su hija Perséfone (secuestrada por el dios Hades, para convertirla en su esposa), hombres, fauna y flora estuvieron a punto de extinguirse. Las plantas se secaron, los animales murieron por falta de sustento, la hambruna se extendió por el mundo como una plaga. Solo cuando su hija le fue restituida, Deméter aceptó volver a cumplir sus funciones y no dejar morir al mundo. Conectarte con Deméter, implica no solo aceptar tu instinto maternal, sino reconocerte como una fuerza capaz de nutrir al mundo (tu mundo) con tus acciones, e ideas.
Eos, era la diosa griega de la Aurora, hermana de Helios (el Sol) y Selene (la Luna). Como deidad, sabía que los mortales la esperaban cada día, y disfrutaba ser el centro de la atención. De la misma forma, no temía tomar la iniciativa en el amor, y era famosa por secuestrar a aquellos por los que se apasionaba. Como Eos, siéntete segura de ser quien eres y haz del mundo tu escenario.
Diosa del hogar y el fuego, protectora de las familias. Era una deidad virgen, al igual que Atenea y Artemisa, pero a diferencia de estas siempre abogaba por la paz, el orden y el entendimiento. Conectarse con la energía de Hestia significa entrar en el reino de la introspección, entenderte a ti misma como un templo, y abrazar el concepto de que la paz empieza por ti misma.
Temis era la diosa griega de la justicia, el orden divino y las leyes. La deidad era representada como mujer joven, con los ojos vendados, sosteniendo una balanza en la mano, y en ocasiones cabalgando un león. Temis ofrecía sus veredictos como consejos, y cuando era desobedecida, el caso pasaba a manos de Némesis, la diosa de la cólera justa y el castigo. Conectar con la energía de Temis, implica evaluar los hechos con imparcialidad y confiar en lo justo de tu decisión, sin titubeos.
Hija de los dioses Zeus y Perséfone, Perséfone vivió como una doncella inocente hasta que fue secuestrada por Hades (dios del Inframundo), con quien posteriormente contrajo matrimonio. En este sentido, Perséfone representa dos caras de la misma mujer: una jovencita forzada a crecer por un hecho de violencia (rapto), y la reina del Inframundo, una diosa que venció la tragedia que intentó victimizarla. Conectar con la energía de la diosa Perséfone, es una forma excelente de trabajar los cambios y el empoderamiento. No puedes cambiar lo que te ocurrió, pero puedes decidir quién eres y serás.
Artemisa era la diosa virgen de la caza y protectora de los bosques. Como hermana gemela del dios Apolo, era tan diestra como él en el manejo del arco, y se le consideraba severa e indomable. Conectar con el arquetipo de Artemisa ayuda a retomar la conciencia de tu propia independencia, y a defender los ideales femeninos de hermandad.
Hera fue la diosa griega del matrimonio, y por su unión con Zeus (deidad suprema) se irguió como reina de los dioses. Era conocida por sus ataques de celos, ante las constantes infidelidades de su marido. Su cólera era especialmente terrible. La deidad era al mismo tiempo hermana y esposa de Zeus, por lo que era tan poderosa como su consorte. Conectar con la energía de Hera, significa que a pesar de la importancia que puedas darle a tu estatus social, el verdadero poder reside en ti y es lo que te define.
Atenea era la diosa griega de la guerra, la estrategia y la sabiduría. Para Atenea la guerra por el solo placer de la violencia era un desperdicio, debía existir un objetivo que valiera la pena. La deidad era la hija favorita del dios Zeus, y valoraba en sus protegidos el ingenio y el sentido común, por encima de otras cualidades. Empatizar con Atenea implica no desperdiciar tu talento, y encauzar tu destreza hacia la consecución de tus metas.
Psique era diosa griega que personificaba el alma, además de la esposa de Eros (Cupido), el dios del amor. La historia de Psique habla sobre como tuvo que vencer numerosas pruebas, impuestas por una airada Afrodita, para poder estar con su divino esposo. Como Psique, a pesar de que otros puedan juzgarte débil o blanda, debes reconocer tu verdadera fortaleza y estar segura de que no desistirás, hasta alcanzar aquello que te propongas.