Hay astrólogos que aseguran que los signos y las casas no guardan ninguna relación entre sí y hay otros astrólogos (la mayoría) que aseguran una relación o analogía entre signos y casas. Estos astrólogos dicen que la casa 1 está relaciona con Aries, la casa 2 con Tauro, la casa 3 con Géminis…etc. Y esa relación siempre está latente, aunque una casa no contenga a ese signo en un horóscopo.
Si nuestro horóscopo es como un teatro donde los signos son como el guion, el adjetivo o el traje de los actores (planetas) y las casas son el escenario o el área de la vida donde esos actores se expresan, esto ya nos está diciendo que las casas y los signos son cosas diferentes. Sin embargo, signos y casas no se pueden separar o diferenciar tan fácilmente ya que signos y casas van unidos y en cada una de las casas vemos a un signo determinado. El signo siempre colorea de algún modo el escenario o el área concreta de la vida (casa) en el individuo.
Por ejemplo, si vemos a Piscis en la cúspide de la casa 11, el área de los grupos o amistades del individuo, esto ya nos indica el color que tendrán esos amigos o grupos (sensibles, femeninos, intuitivos, artísticos, idealistas, soñadores…etc.). La casa 2, por ejemplo, no solamente lleva un componente «latente» del signo Tauro, signo de tierra, conservador, material y fijo. También lleva un componente de Júpiter que es el planeta de la expansión, la riqueza y un planeta idealista. En la casa 2 observamos lo que nos gusta (Venus/Tauro) conservar y tener. Algunos acumulan o se exceden (Júpiter) en tener cosas materiales como la comida, el dinero, propiedades o bebidas alcohólicas (por poner ejemplos). Otros prefieren acumular conocimientos, teorías, etc. Mientras que otros prefieren acumular o se exceden en horas de ejercicio para tener un cuerpo 10. Cada persona es diferente pero el resumen sería que en la casa 2 se ven los excesos de Júpiter y aquello que valoramos o deseamos tener (Tauro/Venus) y siempre a nivel personal porque es una de las 4 casas personales.
Vamos a repasar a los signos y las casas por separado, aunque luego se unan obligatoriamente.
Aries es un signo cardinal y de Fuego. Corresponde a la cabeza. Es el domicilio de Marte y la exaltación del Sol. Esta combinación da un físico esbelto, pero nervudo, recio y de músculo firme (Marte). La cara es alargada (cardinal) y la nariz fuerte (Marte). El temperamento es enérgico, alegre y dominante (Marte), egocéntrico y autoritario (Sol), vitalista, arrebatado e impulsivo (Marte).
La casa I es un área angular, cardinal y corresponde a la cabeza. Describe el cuerpo físico y es significadora de la vida del nativo. Es la casa asociada a Aries de modo latente como primer signo zodiacal y según el orden caldeo, asociada a Saturno (estructura). El signo que haya en la cúspide de esta casa siempre tendrá un impacto en la imagen personal. Y el planeta que haya en el interior de esta casa también tendrá una influencia notable en la imagen. Por ejemplo, Saturno o Mercurio en casa 1 será más frecuente que aparezca en personas delgadas mientras que Júpiter, aparecerá en personas más gruesas o con tendencia a engordar en la edad adulta.
El signo del planeta también nos dirá si esto es verdad. Júpiter en Tauro o en Sagitario en la casa 1 no actuará igual, o con la misma expansión, que Júpiter en Capricornio o en Virgo. Un planeta como Marte en esta casa 1 siempre mostrará en el carácter cierta impulsividad, riesgo, lucha, atrevimiento, desafío, iniciativa, energía… etc.
Pero nunca será lo mismo ver a Marte en Aries (en esta casa que tiene a Aries latente) que ver a Marte en Piscis o en escorpio. El traje de Marte es distinto y la energía de Marte se expresa de modo distinto también, de modo controlado o incontrolado, de modo constructivo o destructivo.
Tauro es un signo fijo y de Tierra. Corresponde al cuello. Es el domicilio de Venus y la exaltación de la Luna. Esto da un físico contundente (Tierra), algo ancho (Tierra), de hermosas formas (Venus). Confiere un temperamento asentado (Tierra), posesivo (Tierra), obstinado (fijo) y con gusto por la buena vida (Luna).
La casa 2 es una casa sucedente y corresponde al cuello lo mismo que Tauro, el signo latente. Es la casa de Júpiter por orden caldeo. No aspecta al Ascendente (por lo que, en teoría, no es benéfica) y no hay aquí ningún planeta en su gozo. Júpiter es el significador natural del dinero y de las finanzas. Es el planeta de la prosperidad y el planeta de la fortuna mayor y Venus, el regente de Tauro es el planeta de la fortuna menor.
Por eso esta casa no es maléfica e indica lo que valoramos y tenemos a nivel material (Venus/Tauro) y la cantidad de prosperidad y felicidad (Júpiter) de la que disponemos. Obviamente, dentro del concepto de prosperidad entra también el tener una buena alimentación. Por eso se relaciona esta casa con la comida. Digamos que la casa 2 es todo lo que es material (Tauro/tierra) y que está a nuestra disposición para darnos bienestar (Júpiter) y mantener nuestra vida en sus niveles óptimos (Júpiter).
La gente que tiene a Júpiter en la casa 2 suele tener buenos ingresos (salvo que el regente de la casa 2 esté mal o que se halle allí Saturno o el nodo sur). Los que tienen a Plutón en esta casa a veces tienen más ingresos que el propio Júpiter porque es un planeta de tendencias extremas.
Géminis es un signo mutable y de Aire. Corresponde a los brazos, manos y hombros. Es el domicilio de Mercurio. Esto da un físico alargado (Mercurio), esbelto y juvenil (Mercurio) y vivaz (Mercurio). Confiere un carácter dicharachero (Mercurio), inquisitivo y racional (Mercurio), y muy variable (mutable).
La casa 3 es una casa cadente y corresponde a los brazos, hombros y manos. Es la casa de Marte por orden caldeo y del gozo de la Luna. Se halla en sextil al Ascendente. Marte se relaciona con el hierro, con la fuerza, con el motor que empuja cualquier vehículo. Por eso se relaciona esta casa con todos los vehículos de transporte. También la casa 3 es una casa de viajes cortos porque es la casa del gozo de la Luna, el más variable de los planetas, el que más corre y esto está unido a la inquietud de Marte, que hace que uno no se esté quieto.
Puesto que el sextil es el aspecto analógico a Venus, es una casa que nos habla de afectos (sextil = Venus) y de relaciones familiares (Luna), pero son relaciones de competitividad y con mucha lucha (Marte). De allí que sea la casa de los hermanos: los hermanos se quieren (sextil) y son de la misma sangre (Luna = familia), pero se pegan muchas tortas entre ellos (Marte) y siempre compiten, ya sea por el afecto o por el dinero de la familia. Es la casa de los primeros estudios, porque es una casa de crianza (Luna).
También tiene entre sus analogías las aventuras sexuales de una noche porque junta afecto (Luna) y coqueteo (el sextil Venusino) con sexualidad (Marte). Y es la casa de la inteligencia emocional (Luna). El signo latente de esta casa es Géminis, el signo de aire, del pensamiento, la comunicación, de la transmisión de ideas y palabras, escritas o habladas. Cualquier planeta en Géminis tiene a Mercurio como dispositor. Esto le hará siempre más racional y más intelectual, o con más diversidad.
Saturno en Géminis, por ejemplo, nos da la capacidad de usar la racionalidad intrínseca de Saturno (el planeta más racional) con más habilidad (Mercurio) y en terrenos menos saturninos y más mercuriales, como la lectura o la expresión. Si la que está en Géminis es Venus, sí nos puede dar tendencia a aventuras amorosas, porque Mercurio multiplica, así que a una Venus en Géminis le gusta jugar en varias canchas (es un signo doble). Pero ese significado amoroso no viene de Mercurio, sino que lo trae Venus. Mercurio y la dualidad o versatilidad de Géminis sólo lo multiplica.
Si la 3 solo fuese igual a Géminis y solo dependiese de Mercurio, no tendría ese carácter competitivo de Marte, ni ese significado de casa de aventuras sexuales. En la casa 3 también vemos cualquier crisis sexual, incluso las violaciones familiares, por ejemplo. La casa 8 es el sexo en el hogar o el sexo con un familiar o progenitor (5 desde 4) y la casa 3 es la 8 desde 8 por derivadas.
Las personas que tienen un aspecto entre un planeta en Géminis y otro en Libra no son propensas a las relaciones extramatrimoniales, pero sí pueden serlo aquellas que tienen un contacto entre la casa 3 y la casa 7 (salvo que el resto de la carta lo impida).
