Hace poco, veíamos cómo se comportaba Venus cuando se encontraba en los signos de tierra, y la afinidad que tenía con este elemento.
Venus rige a Tauro (tierra), pero también a Libra. Podemos decir que, en el aire, este planeta está en su elemento.
En Géminis, Libra o Acuario, Venus muestra uno de sus talentos más brillantes: la facilidad para relacionarse.
Con Venus buscamos el placer y la armonía, la comodidad, la belleza y el complemento. Cuando está en un signo de aire, Venus encuentra lo que quiere a través del intercambio de palabras e ideas. Ahí reside su mayor placer.
La capacidad para establecer y mantener vínculos entre personas es su especialidad.
Y su diplomacia, amabilidad, y habilidad para hacer que el otro se sienta cómodo, sus mejores virtudes.
Venus en aire es sociable por naturaleza. La soledad, simplemente, no es una opción, ni siquiera se la plantea.
Si Venus en tierra disfrutaba de placeres físicos, Venus en aire da más valor a placeres de tipo intelectual: para agradar a esta Venus, las palabras y las ideas deben ser bellas y refinadas. ¡Hay que endulzarle los oídos!
Se echará atrás ante palabras toscas, modales groseros, o actitudes agresivas o intolerantes. Quizá hasta se quede perpleja: no comprende que haya personas que encuentren aceptable comportarse así.
Y es que, para Venus en aire, cualquier forma de comunicación que no se base en la búsqueda del equilibrio y la paz, es un fracaso y una pérdida de tiempo.
Siempre marcadas por la mente. Sin palabras ingeniosas o amables, es difícil conquistar a una Venus en aire!
El aire no es un elemento muy dado al compromiso emocional. Incluso cuando Venus está en Libra, puede que la pareja se quede en un vínculo puramente mental y estético, pero haya dificultades a la hora de profundizar en las emociones.
Las emociones pueden nublar la mente, y eso es algo que los signos de aire temen más que nada. El agua hace al aire pesado, y le impide volar con libertad.
Tarde o temprano, Venus en un signo de aire deberá aprender que una relación sana y completa con otra persona debe incluir todos los planos de nuestro ser, sobre todo el emocional.
Hasta entonces, se dedicará a divertirse, a experimentar, a “probar un poco de cada cosa”. Hay tantas personas en el mundo que, si elijo a una… tengo que renunciar a todas las demás!
Comprometerse con algo implica renunciar a otras cosas, pero el elemento aire siempre necesita mantener las opciones abiertas. ¡Toda una prueba de madurez para este Venus!
Gustavo Capece