07 Jul
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El tarot es una forma de videncia, tan antigua como la misma humanidad, desde los albores de la aparición del ser humano, siempre nos ha cautivado el conocer el futuro y ser capaces de anticiparnos a lo que va a suceder; desde entonces se han desarrollado muchas técnicas de videncia, entre esas técnicas se desarrolló el tarot.

El tarot es una herramienta versátil y se puede usar de formas muy distintas. Algunos le usan para hacer lecturas descriptivas del presente, otros para estimular la creatividad, otros como guía personal, otros como una forma de recibir mensajes de sus guías espirituales, otros como complemento a la psicoterapia u otra terapia holística, otros como herramienta de meditación, otros para hacer lecturas adivinatorias acerca del presente y del futuro, todo ello hace que el tarot posea un aura de misterio que unos pocos están capacitados para desentrañar, un código milenario que ha pasado de generación en generación de forma personal y muchas veces oral.

Como mi Carta Astral me aspecta como demasiado curioso, yo preguntaba a los cuatro años a mi madre tratando de comprender aquel mundo donde la adivinación regía la vida de las personas que estaban a mi alrededor. Mi madre, mi abuela, mis tías; todas sabían de qué trataba y de cierta manera confiaban en lo que las cartas del tarot decían. Era su guía.

Crecí sabiendo que existía un mundo místico, pero no fue sino hasta mis diecisiete años que decidí probar suerte en él. Estaba tentado a dejar mi destino en las cartas. Fui con una taróloga “muy atinada”, (no tarotista) así fue como recibí la recomendación que luego me llevó a curiosear para comenzar la aventura. Para comenzar un buen tarólogo, (no tarotista) ha de tener una amplia formación, como comentábamos antes el tarot es una ciencia antigua, y por ello se requiere de amplios conocimientos, para ofrecer un servicio de calidad, ya que el tarot incluye muchas variables, y el estudio es fundamental para poder realizar tiradas del tarot; junto a la formación, un buen tarólogo (no tarotista) ha de contar con experiencia, ya que es necesaria cierta práctica para realizar de forma correcta las interpretaciones de las tiradas. Para saber si estamos ante un buen profesional, lo mejor es leer foros y revistas especializadas, y conocer las opiniones que los usuarios que recurren a dicho servicio tienen de estos tarólogos (no tarotistas), ahí podremos saber si es de confianza o no.

Primero lo primero, ¿qué es el tarot?

Una baraja de naipes que se utiliza como medio de consulta con el fin de interpretar hechos ya sean del pasado, presente o futuro. Sus orígenes datan del siglo XIV y su técnica consiste en la selección de un determinado número de cartas, las cuales son interpretadas por un tarólogo (no tarotista). Son 78 cartas y se divide en arcanos mayores y menores.

“La Sacerdotisa”, “La Emperatriz”, “Los Enamorados”, “El Carro”, “La Muerte”, son algunos de los personajes encargados de revelar las circunstancias por las que cruzaste, estás viviendo, o algún día llegarán.

En pocas palabras, el tarot se encarga de describir tu futuro y la serie de sucesos que te rodean en este momento de tu vida.

¿Cómo juega en la mente de las personas?

Puedo decir que, en lo personal, y en aquél entonces, no fui muy fan del tarot. Asistí a una o dos lecturas y dejé de hacerlo porque creí que debía basar mis decisiones en la situación que tenía frente a mí, en mis capacidades y sentimientos. Así lo hice durante los siguientes dos años de mi vida.

Sin embargo, esta práctica fue cobrando fuerza con el paso del tiempo, a tal grado que, hoy en día muchas personas me piden que les guie por ser su “tarólogo (no tarotista) de cabecera”.

Anteriormente antes del auge de las cibercomunicaciones, desde 1996 tenía en Bogotá un instituto dedicado a enseñar Astrología, Tarot y afines, y había contratado una secretaria que también recibía llamadas que me pedían que fuera a atender a Cali, Medellín, Ibagué, Bucaramanga, con lo que mi agenda solía estar siempre llena; ahora solo hay que enviarme un mensaje por Viber, Telegram o WhatsApp con anticipación para que en Concordia (Arg.) le separe un turno.

Las personas llegan nerviosas y con multitud de preguntas que quieren hacerte, pero se calman por completo cuando las invito a sentarse y charlar un poco antes de la lectura. Definiría todo como: estabilidad mental. Luego nos sentamos en una salita y comienzo a explicarle cómo trabajo con mis cartas del tarot. Tengo varios mazos de tarot que he ido coleccionando a través de los años, Siempre busco cual de ellos se acomoda más al consultante para que el trabajo sea perfecto, pues cada mazo de cartas “vibran diferente” al ser consultado. Entonces con cada tirada le explico al consultante qué significa según determinadas situaciones, incluso por las figuras de cada carta; por qué aparece hombre, mujer, si te está dando la espalda, o te puede dar opciones. Consta de 78 arcanos (cartas) y siempre les digo que hay una visión del pasado, presente futuro.

Después de la introducción al tema, le digo al consultante cómo trabajaremos durante la sesión. Tomo las cartas entre mis manos, las barajo un poco y se las alcanzo al consultante para que haga lo mismo pues deben sentir su vibración, y luego le pido que haga unos cortes y que elija con cual de ellos trabajamos y los otros los dejo para preguntas concretas.

Empezamos por la parte emocional puesto que es la base de los problemas. Por ejemplo; veo si tiene o no una relación amorosa muy tortuosa que le dejará heridas y mentalmente destrucción. Muchas personas entienden y comprenden que han sido víctimas de un abuso “sutil”.

Preguntas tan precisas como “¿por qué me trataba así?”, “¿me fue infiel?” y “¿qué está pasando con mis papás?”, se van respondiendo después de que me entregan tres cartas que eligen de mis manos.

Durante toda la sesión, toco cada tema de la forma más natural y amable, mencionando que todo va enfocado a hacer consciencia para después comenzar un proceso de revitalización y sanación.

Todo lo que viniera después dependía del consultante, soy muy claro en especificar que los estoy guiando con base a su pasado, presente y futuro, con el fin de que sus siguientes decisiones fueran tomadas una vez que hiciera consciencia de todo lo que el tarot le había arrojado.

Según datos generales, en la mayoría de países latinos, el 72% de la población confía más en amuletos y lecturas de tarot que en la ciencia.

Muchos psicoterapeutas, no desestiman el tarot, así lo expresan: “Muchas personas utilizan la lectura de cartas como un medio o guía para tomar acciones en su vida; es una práctica frecuente; sin embargo, implica un riesgo”. “La obsesión” es lo que se define como algo peligroso dentro de este método de consulta, pues hay personas que llegan a basar todas sus decisiones en lo que su “tarotista de cabecera” muestra en las cartas." Por eso hay que saber diferenciar entre TARÓLOGO (así con mayúsculas) y un tarotista; no son lo mismo, no hay que confundir.

Se debe crear consciencia en la persona con respecto a cómo funciona el tarot, sus fenómenos y las consecuencias de depender totalmente de él.

Muchas personas dejan su vida en manos del tarot, y como consecuencia, toman las decisiones que consideran las correctas; sin embargo, hay quienes desarrollan una adicción que debe ser tratada de inmediato por los riesgos que pudieran surgir de ella.

Si desea atenderte conmigo, puedes pedir un turno haciendo clic AQUÍ.

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