Después de asistir a mis cursos y complementarlo con las lecturas de los artículos de esta página, ahora ya estás lista para empezar a dominar el conocimiento del Tarot. En esta lectura, seleccionas una sola carta que se convierte en tu tema del día. El propósito es potenciar tu atención sobre un aspecto de la vida durante un único periodo de veinticuatro horas. También sirve para aprender el Tarot sin fatiga ni aburrimiento.
Digamos que te ha salido el Dos de Copas en una lectura diaria. Mientras transcurre el día, busca signos de la energía especial de esta carta. Las palabras clave para el Dos de Copas son la conexión, la tregua y la atracción.
Así, por ejemplo en la mañana, adviertes que un compañero que llevaba un tiempo mostrándose bastante hostil, viene a tu despacho a hablar contigo. Presientes una TREGUA, y la aprovechas. Por la tarde, mientras trabajas para solucionar un problema, buscas una CONEXIÓN entre los dos planteamientos y encuentras una solución. Más tarde, en una fiesta, hablas con alguien que te ATRAE. En cada momento, accedes a la energía del Dos de Copas y permites que guíe tus decisiones.
Al principio, tal vez prefieras escoger tu carta diaria de tal forma que evites deliberadamente repetir cartas, para así llegar a conocer la baraja con más rapidez Si prefieres, puedes escoger tu carta sin intervención consciente. He aquí el procedimiento:
Se trata de un procedimiento sencillo para hacerlo a diario y te da la oportunidad de conectar con tu Guía Interior de forma regular. Elige el momento que te vaya mejor. Puedes hacerlo por la mañana, como parte de tu rutina de cada día al levantarte. También puedes seleccionar la carta por la noche. Al día siguiente estarás listo para servirte de tu carta en cuanto te despiertes. No es necesario que elijas un momento fijo, ya que tu horario puede cambiar. El principal objetivo es que la lectura diaria se convierta en parte de tu jornada y que tu trabajo con el Tarot vaya progresando.
Lleva un diario de las cartas seleccionadas. Posteriormente encontrarás interesante buscar un patrón general en las cartas que te hayan ido saliendo. Yo empecé a estudiar el Tarot en serio a los 17 años, en una época en que me pasaba el día entre mis estudios y los entrenamientos del equipo de fútbol profesional como amateur a prueba en Santa Fe. Un día calculé la distribución de mis cartas diarias hasta aquel momento (222 días) y descubrí lo siguiente:
Con qué claridad reflejaba esto mi vida por aquel entonces: asentada en el mundo real (Oros o Pentáculos) y cargada de fuerzas básicas (Arcanos Mayores) y no tan abundante en creatividad individual (Bastos o Varas).
En tu diario, apunta unos cuantos momentos álgidos del día. Esto te ayudará a correlacionar las cartas con tus estados de ánimo y actividades, pero hazlo de manera sencilla o pronto te cansarás del esfuerzo.
En mi caso, yo escribí en mi diario empleando cinco colores diferentes, uno para cada categoría:
Los códigos de colores te ayudan a detectar con una simple ojeada los patrones cambiantes del Tarot a lo largo de semanas y meses.
Probablemente te sorprenderá descubrir que ciertas cartas salen una y otra vez. De los cincuenta y siete Oros que anoté, saqué el As y la Rey once veces cada uno. Muchos de mis días reflejaban los temas de estas dos cartas. El Rey de Oros es la representación esencial del padre que protege y aporta económicamente. El As de Oros ofrece la oportunidad de disfrutar del lado material de la vida, ¡y no hay nada más material que jugar el fútbo!
Saqué estas cartas con tanta frecuencia que empecé a sospechar. Un día examiné las cartas con atención para ver si las había estropeado, aumentando así las probabilidades de seleccionarlas. No parecían diferentes de las otras. Me sentía atraído por ellas simplemente porque expresaban mi situación en aquel momento. Las cartas que seleccionas con más frecuencia también pueden hablarte de tus intereses y preocupaciones.
El paso más importante para llegar a familiarizarse con el Tarot es sacar las cartas del cajón con regularidad. La lectura diaria es la solución ideal. Si haces una lectura al día, absorberás el carácter de cada carta con rapidez y facilidad.