El Tarot Egipcio es una de las versiones de las cartas de Tarot, se dice que es una de las barajas más antiguas que se conocen, su simbología es sagrada y puede ser utilizada por cualquier persona sin tener en cuenta las creencias que practique.
La leyenda dice que materializa una mezcla de varios artes adivinatorios, especialmente la astrología egipcia, la numerología y también la visualización, y que estas cartas no han cambiado desde entonces.
El tarot egipcio forma parte de los diferentes tarots del mundo. Una leyenda cuenta que el dios egipcio Thot, dios de las ciencias ocultas y de la escritura, habría recibido 22 láminas de oro y las habría presentado a los hombres como un juego. Este juego tan singular habría atraído a muchos adeptos antes de desaparecer misteriosamente, dejando pocas huellas de este entusiasmo. No fue hasta 1780 cuando un francés llamado Jean-Baptiste Alliette, profesor de aritmética e hijo de un apasionado de la astrología, lo puso de moda y lo convirtió en una herramienta de adivinación muy popular, para ello invirtió su apellido para ser “el gran Etteilla”. Así, Jean-Baptiste Alliette tuvo ilustres clientes como Josefina de Beauharnais, la primera esposa de Napoleón. Esta última, aficionada al esoterismo, también recurriría a la ilustre cartomante del siglo siguiente, Mademoiselle Lenormand. Paralelamente, Jean-Baptiste Alliette escribió varios libros sobre astrología y se embarcó en una empresa difícil: la traducción del libro de Thot.
El juego de tarot egipcio consta de 78 láminas numeradas, ilustradas con imágenes egipcias y mitológicas, repartidas en 21 láminas mayores y 56 menores. La 78ª lámina es completamente aparte, es "la Locura" y va enumerada como 22. El consultante está definido por una lámina: la n.º 1 si es un hombre, la n.º 8 si es una mujer.
Las cartas de la 2 a la 7 están vinculadas a los 7 días de la creación del mundo.
De la 9 a la 12, representan los cuatro puntos cardinales.
Las cartas de la 13 a la 21 muestran aspectos de la vida humana.
El juego se completa finalmente por 56 cartas menores, numeradas del 23 al 78, las cuales comprenden reyes, reinas, caballeros, criados y números decrecientes del 10 al 1 (as).
Al igual que el tarot español, el tarot egipcio es una técnica adivinatoria que recurre a la tirada de láminas de tarot y a su interpretación. Cada lámina revela un evento o una situación bien precisa.
La tirada del tarot egipcio permitirá así establecer una interpretación de una situación indicada por el consultante. Las cartas revelarán así la realidad de la situación presente, el camino a seguir, así como el resultado futuro, o la respuesta concreta a la pregunta planteada previamente por el consultante.
La lectura del tarot egipcio consta de 6 cartas dispuestas en forma de pirámide. Para esta lectura se usan solo las cartas mayores del 1 al 22. La lectura se desarrolla como con otros tarots, quien consulta se concentra en su pregunta o situación y las cartas según la posición que ocupan y su significado muestran las opciones que tiene la persona y la solución a su pregunta.