El Tarot Esotérico es considerado la mejor práctica adivinatoria que ayuda a las personas a resolver los conflictos que a diario se presentan, además de revelar el pasado, presente y futuro del consultante. ¿Se ha atrevido alguna vez a echarse las cartas del Tarot Esotérico?
Antes de ser publicado el Tarot Rider-Waite, Eudes Picard editó en 1909 el libro “El Tarot: Manual Sintético Práctico” en el cual plasmó su concepción personal sobre el arte de las barajas de Tarot.
Esta obra inspiró a Luis Peña Longa y Maritxu Guler a crear en 1976 el Tarot Esotérico, basándose en su propia interpretación del libro.
Guler se encargó de escribir el manual de instrucciones que contiene la baraja en los idiomas inglés y español, mientras que Peña Longa se centró en el diseño de las cartas.
El resultado, un mazo con barajas de brillantes colores sobre un fondo blanco con bordes negros, publicado en 1978 por el fabricante de naipes Heraclio Fournier, en Vitoria, España, con motivo del cumplimiento de los 600 años desde la aparición de los naipes en Europa.
Como es habitual, el Tarot Esotérico cuenta con 78 cartas divididas en 22 Arcanos Mayores, numeradas con números romanos y textos en español, y 56 Arcanos Menores con números ordinales sin ningún título que los defina.
Además, presenta notables cambios en los nombres de algunos Arcanos Mayores, por ejemplo:
A diferencia de otros tarots, el Tarot Esotérico está considerado como una carta difícil de interpretar porque, a pesar de contener un manual de instrucciones, el simbolismo de cada baraja no queda definido en el mismo. Quienes lo lean deben hacerlo con espontaneidad, precisión, de forma sencilla y sin fantasías.
Si el consultante es hombre, debe mezclar las cartas del Tarot Esotérico con la mano derecha, pero con la mano izquierda en caso de ser mujer porque de esta manera se impregna el magnetismo del consultante.
Después de la consulta, las barajas se envuelven en un paño de seda o tela de color morado y se guardan en una caja de madera para descartar cualquier magnetismo. Esta caja debe colocarse en la cabecera del tarólogo, no más allá de dos metros.
Las cartas del Tarot Esotérico no deben prestarse y mucho menos dejar tocarse, con excepción del que se esté consultando cuando llegue el momento de cortarlas.