Este es el último de los tres artículos sobre los símbolos más representativos del Tarot, símbolos que nos pueden ayudar en las interpretaciones que hagamos y que también son importantes para entender las cartas. Como ejemplo tomé la baraja Rider-Waite-Smith pero muchos de estos símbolos también pueden ser encontrados en otras barajas.
Yo sé que muchos símbolos se pueden haber quedado por fuera pero la idea es encontrar los más representativos y fáciles de identificar, además porque si uno se pusiera a hacer un estudio exhaustivo de toda la simbología que hay en el Tarot podría tardarse muchísimos años haciéndola y la idea de esta serie de artículos es abrir una pequeña puerta para seguir investigando sobre el tema.
Si bien en muchos lugares las serpientes tienen un componente un poco negativo, siempre las he visto como símbolo de sabiduría, de tener una conexión muy grande que une la tierra y lo celeste, de hecho no en vano en la India, el kundalini que es la energía que nos recorre se suele presentar como una serpiente que se va levantando desde lo más bajo hasta alcanzar el punto más alto o divino. La primera carta en la cual vemos una serpiente es en El Mago, es el uróboros que se come su propia cola y que también representa la sabiduría que vamos adquiriendo a través de los ciclos que vamos repitiendo, luego vemos una serpiente en Los Amantes, al lado de la mujer que representa la serpiente que tentó a Eva, pero también la que le dio la sabiduría y por último la vemos en La Rueda de la Fortuna representando de nuevo las enseñanzas que obtenemos a través de los ciclos recorridos.
Las varas siempre se asocian al elemento fuego, a la magia, a ese poder de canalizar la energía para manifestar todo lo que necesitamos y así poder también encontrar ese poder en nuestro interior. Por lo general esta herramienta es una de las más usadas porque es el canal a través del cual se puede dirigir la energía para un fin concreto. La primera carta donde la vemos es justamente El Mago y su función aquí es la de canalizar la energía celeste a la tierra y así poder manifestar su propio poder, luego la vemos en El Mundo pero aquí son dos varas lo que representa que se tiene un control más amplio sobre el tipo de energía que se quiere utilizar, es como si toda la energía universal estuviera a su disposición.
Las llamas representan transformaciones, son esos eventos que tienen una fuerza muy poderosa en su interior que a la vez llevan a una acción transformadora, son energía pura en un estado que no se puede controlar. Las primeras cartas en las que vemos llamas son Los Amantes y El Diablo, las dos están al lado derecho del hombre por lo que también representan la energía masculina de la acción, de llevar las cosas a cabo sin pensarlo mucho, sólo actuando, por otro lado también se pueden ver llamas en La Torre pero en este caso son producto del rayo divino, es esa transformación que puede ser intempestiva, intensa e incluso a veces dolorosa pero que es necesaria para poder trascender todos aquello que necesita una renovación, unas nuevas bases y sobre todo para poder evolucionar a algo nuevo y muy diferente.
En dos cartas de los Arcanos Mayores del Tarot Rider-Waite-Smith se ven cuatro animales, cada uno en una de las esquinas, estas cartas son La Rueda de la Fortuna y El Mundo y los animales representan los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, si bien la simbología aquí es un poco distinta, lo que representan son ese tipo de cosas que se salen de nuestro control ya que están en la esfera del poder o energía Universal y que por lo tanto son cosas sobre las cuales no tenemos mucha injerencia, pero a la vez representan que se nos está avisando de alguna forma que esas fuerzas están trabajando directa o indirectamente en nuestra vida y que por ello, aunque no tengamos control, sí podemos prestarles atención para sacar lo mejor de cada situación en que estén involucradas.
Cuatro Lunas