No hay unos requisitos o condiciones preestablecidas para realizar una lectura de tarot. Cada profesional de las cartas, en función de sus gustos o experiencias, decide personalmente como afrontar esta lectura de cartas. No obstante, hay una serie de ritos que han pasado de generación en generación y que aún son puestos en práctica por muchos tarotistas.
- La mayoría de los profesionales prefiere realizar la lectura a solas con el consultante. De esa manera perciben su energía sin que haya ningún tipo de interferencias. Sin embargo, otros no le conceden tanta importancia a este aspecto. Permiten que el consultante acuda acompañado por un amigo o familiar.
- Meditación previa. De esa manera la mente se relaja y conecta antes con las cartas. Algunos expertos en la materia se toman unos minutos para dejar la mente en blanco y embarcarse con mayor facilidad en el asombroso mundo de la tarotmancia.
- En sus lecturas los tarólogos se rodean de una serie de amuletos. Aunque no se trata de un requisito con muchos adeptos, conviene decir que tampoco es una práctica negativa. Son elementos que les ayudan a conectar con sus capacidades para visionar y entender lo que se trae del pasado para hoy y el futuro.
- Para garantizar una buena comunicación entre el consultante y el tarólogo, es preciso que el primero descruce tanto las piernas como sus brazos durante el desarrollo de la tirada. Entienden los expertos que con las extremidades cruzadas se produce un bloqueo del flujo energético del consultante hacia ellos.
- Cortar las cartas con la mano izquierda, a la que se le atribuyen las energías del corazón o de las emociones. Por contra, a la derecha se le vinculan las vibraciones de la mente.
Estos son algunos de los requisitos que tienen impuestos los tarólogos, pero no son obligatorios. En ningún caso, no llevarlos a cabo no supone que la lectura sea errónea.
