La astrología es un lenguaje simbólico que propone una mirada energética de autoconocimiento a partir del estudio de los doce signos, el movimiento de los planetas y su manifestación mediada por cada conciencia humana.
No es una ciencia ni una creencia. Cuando le preguntaron al psicólogo Carl Jung si creía en la astrología dijo "Yo no creo, yo sé". Porque la astrología es, ante todo, una herramienta, un valioso recurso que sirve para saber qué energía del zodiaco nos atraviesa y configura como individuos. En términos muy generales, permite pensar y leer la disponibilidad energética.
Es como la meteorología: cuando llueve, uno puede no querer hacerlo, pero sabe que es preferible salir con paraguas. Con la astrología sucede algo parecido: uno puede consultar con un astrólogo y chequear el clima astrológico personal.
Tomada seriamente, la astrología nos permite ver cosas que no podríamos contemplar de otra manera. Pero cuando ciertos inescrupulosos se aprovechan de nuestras angustias, las consecuencias son impredecibles. Te enseño cómo evitarlo.
El vacío espiritual que sufren muchas personas en nuestra sociedad, ha invadido desafortunadamente el mundo de la astrología. Nuestra cultura está invadida por la velocidad, y ello se traslada a una búsqueda de arreglos rápidos, y de respuestas fáciles. ¿Para qué hacer un trabajo emocional profundo cuando disponemos de los antidepresivos? Mucha gente mide su éxito por los valores materiales o la comodidad, no por la armonía en su corazón y alma.
De hecho, existe todo un mercado de promesas vacías y engaños, y desafortunadamente muchos "astrólogos" están llenando estas necesidades. Se han visto incluso servicios de astrología en los cuales se dan informes detallados sobre lo que sucederá en el mes, y se proporcionan estadísticas sobre cuantas situaciones "buenas" y "malas" se travesarán en ese lapso. Algunos "astrólogos" advierten incluso sobre la posibilidad de ser estafados o incluso violados, o también pueden prometer ganancias millonarias.
Cualquier astrología que provea un atajo sobre los procesos de crecimiento e integridad individual y/o espiritual, es potencialmente tóxica. La astrología que predice la fortuna es peligrosa. Muy posiblemente, se traten de promesas vacías, o calamitosas predicciones que pueden derivar en que un consultante permanezca como cliente del astrólogo inducido por su propio miedo.
En cambio, un acercamiento correcto a esta ciencia da la posibilidad a las personas de utilizar las energías del sistema astrológico para lograr ver las potencialidades de reflexión y crecimiento personal. En vez de decir, "usted encontrará al amor de su vida este verano", un astrólogo responsable podrá afirmar: "este es un momento propicio para estar abierto a la posibilidad de aprender más sobre el arte del afecto. Usted está listo para entender, en su próximo encuentro amoroso, cómo se mueve en la intimidad, así como para también aprovechar estas situaciones que se le presentan para hacer realidad sus anhelos" Aquí no hay ninguna garantía de que las cosas progresarán "de una forma feliz". Se trata solo de la manera en que podrá manejar el acontecimiento, y cuántas lecciones podrá integrar.
La astrología es una disciplina espiritual. Lo invita a que viva de acuerdo con su crecimiento y con su misión durante un determinado curso de su vida. Le autoriza a tomar cierta iniciativa y responsabilidad para moverse frente a las circunstancias y los desafíos que se le presentan en la vida. En el mejor de los casos, puede dar un vistazo "detrás de escena" para entender que cosas importantes están llegando a su vida. En el peor, la astrología "a la ligera" puede venderle la idea de que usted no posee una voluntad libre, e intentar reducirlo a una marioneta que baila su canción, algo que usted bien sabe, desde lo más profundo de su corazón, que no se puede aplicar a su persona.
Ahora bien, en las clases y consultas de astrología es muy común escuchar a quienes recién se acercan al lenguaje: "¿Y cómo me influencian los planetas?", "¿y cómo me afecta?" "¿Y que pasa si yo soy de Virgo y mi novio es de Escorpio?" "¿Pero entonces no hay buena compatibilidad entre el fuego y el agua?" Está bien, estamos jugando a las preguntas: ¿pero por qué estas preguntas tan asustadas? Para salir del miedo: la astrología no influencia linealmente, tampoco afecta directamente, y menos que menos nos determina en nuestras acciones. Además, sea cual sea el movimiento de los planetas en ningún caso implica repercusión inmediata. Más bien, los tránsitos son procesos durante los cuales se da una interacción entre los planetas, la energía y la propia conciencia. Otro punto importante para desmitificar es que no hay "energía buena" y "energía mala". De ninguna manera la astrología propone juicios dicotómicos.
La carta natal es la foto del cielo en el momento y lugar en que una persona nace; o bien la foto del cielo cuando se produce un acontecimiento (por ejemplo, la creación de una empresa, el inicio de un partido de fútbol, lo que sea que inicie); y es la herramienta con la que trabajan los astrólogos para proveer una lectura energética. Porque, básicamente, la carta natal nombra un mapa energético, una semilla que indica múltiples e infinitas opciones de manifestación de cada vida, cada viaje, cada suceso. Última pregunta de esta verborrágica curiosidad astral: ¿se puede saber qué tipo de viaje se hará con cada mapa? No, de ninguna manera. Eso dependerá del despliegue de cada conciencia, que a su vez puede ir cambiando a lo largo del tiempo, con lo cual no solo no hay determinismo sino que la forma y experiencia que tome la energía en ningún punto está fijada de antemano ni puede predecirse. Para conocer la carta natal, el primer paso es averiguar fecha y hora de nacimiento. Así que ya saben, ahora a averiguar fecha y hora de nacimiento para complementar y conocer mejor el propio mapa natal. Quizás hasta revele el misterio de cada horóscopo
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