Las runas son un regalo de Odín, por lo tanto son sagradas. Fue gracias al sacrificio transformador del Yo que este dios realizó por lo que las runas llegaron hasta los hombres. Según la leyenda, Odín colgó durante nueve noches del Árbol del Mundo, llamado Yggdrasil. Odín estaba herido por su propia espada y atormentado por el hambre, la sed y el dolor. Estaba solo, no recibió ayuda ninguna, y a punto de caer, avistó las runas y en un apoteósico esfuerzo, las tomó. Estos hechos aparecen relatados en Las Eddas, un antiguo poema nórdico.
Con las runas pasa lo mismo que con las cartas del Tarot. Son un oráculo con una filosofía intrínseca muy similar a la que ya hemos visto en los Arcanos Mayores. En esencia, las runas hablan del viaje que se inicia desde el Yo Terreno al Yo Divino, por tanto, las runas hablan de la superación de nuestros obstáculos, de nuestros bloqueos, del destino a cumplir, de la manera de perfeccionarnos y mejorar para conseguir todo aquello que queremos. Así pues, las runas están muy cercanas al Tarot Kármico o al Tarot Evolutivo porque hablan, sobre todo, del autoconocimiento. De hecho quiero llamar la atención sobre la similitud de Odín colgado del árbol y la carta del Tarot del Colgado, la cual podría tener su origen en el sacrificio de Odín por la obtención de la sabiduría. Como ya hemos visto, ese es el principal significado de la carta del Colgado, el autosacrificio. Esta carta se vincula a las cartas del Loco y del Mago. Por supuesto, las runas, también sirven como oráculo predictivo, igual que el Tarot normal.
A estas alturas, con todo lo que llevamos aprendido en esta página, muchos habrán llegado a la conclusión de que, cada uno de nosotros es en realidad un oráculo. Y cuando consultamos, bien las cartas, las runas y otros de los elementos que iremos viendo, lo que estamos haciendo es ejercer esa conexión de lo Humano y lo Divino, en suma, consultar nuestro Yo interior, que no es otra cosa que, esa parte de nosotros que conoce todo lo que necesitamos saber sobre nuestra vida hasta ahora. Otro aspecto importante es saber cuándo interpretar las runas, y ese momento llega cuando tenemos muy claro el problema en el que nos tenemos que centrar, de esa manera podemos formular una pregunta clara para poder obtener una respuesta igualmente clara. Igual que con el Tarot, las runas nos ayudarán a cambiar el rumbo de nuestras vidas para irnos acercando poco a poco a la esencia del Yo Divino, nuestro Yo Supremo, a nuestra máxima realización y con ello la obtención de nuestra propia felicidad y la de nuestro entorno.
A la hora de interpretar las runas pasa como con el Tarot, la relajación es importante. Tenemos que procurarnos un sitio tranquilo donde podamos estar concentrados. Podemos usar varitas de sahumerio y velas para ayudarnos a crear ese ambiente, del mismo modo que expliqué cuando comenzábamos con el Tarot. Se puede incluso recurrir a realizar una invocación para intensificar el estado de concentración y potenciar nuestra propia energía. Una invocación no tiene necesariamente tener origen cristiano o de la religión que sea, sino a la esencia de lo Divino que hay en nuestro interior, es decir, la sensación de ser parte del Universo.
Tu Magia Interior