18 Mar
18Mar

Derivada de los vocablos “geo” (Tierra) y “pathos” (enfermedad, sufrimiento) la palabra geopatía se utiliza para denominar aquellos lugares, en los que tras largas permanencias sobre los mismos, pueden contribuir a la evolución degenerativa de una enfermedad e incluso a ser la causa directa de la misma.

Conseguir y mantener un buen estado de salud es una preocupación permanente en gran parte de la población. Cada vez existe una mayor cantidad de información disponible con relación a los hábitos de alimentación, sueño y ejercicio que facilitan esta meta, además de otros elementos que nos ayudan a reforzar el bienestar psicológico y social.

Pero además de estos factores, ya conocidos por la mayoría de las personas, todos nosotros estamos expuestos a las radiaciones artificiales y de la Tierra que inciden sobre nuestros procesos biológicos y, consecuentemente, sobre nuestra salud. Desde el suelo que habitamos nos llegan radiaciones que pueden generarnos problemas de salud si permanecemos mucho tiempo sobre ellas. Estas son las geopatías, descubiertas a través de la Geobiología, que es la ciencia que estudia las energías de la tierra y sus relaciones con los seres vivos.

Las geopatías son lugares de la tierra que emanan radiación (electromagnetismo) en cantidades nocivas para el ser humano y otras especies. Todas emiten radiaciones en vertical hacia arriba con intensidades y efectos para la salud muy diversos que dependerán del tiempo que permanezcamos sobre ellas y de la intensidad de estas. Se encuentran en muchos lugares alrededor del planeta, por lo que es necesario dejar en claro que no son negativas en sí mismas, pues generan condiciones ideales para ciertas especies, pero pueden tener efectos desfavorables para la salud de los cuerpos -físico y sutiles- de las personas, tales como contribuir a la evolución degenerativa de una enfermedad o ser la causa directa de la misma tras  largas permanencias sobre ellas, pues su energía es de baja vibración.

  • Por corrientes de agua subterránea.

Las geopatías naturales son las más nocivas. Se producen solo por agua en movimiento. La presencia de agua en el subsuelo disminuye el valor del campo magnético terrestre y aumenta la radiación gamma (radiactividad). Su área de influencia es en función del tamaño de su caudal, cuanto mayor sea este, más amplia será la zona afectada en la superficie. El efecto principal recae sobre las defensas del sistema inmunológico de quien habita en su radio de influencia.

  • Por líneas Hartmann.

Llevan el nombre de su descubridor, el médico Ernst Hartmann. Son emanaciones energéticas que la Tierra emite hacia la atmósfera, se organizan como una red cuadriculada de dimensiones más o menos constantes de 2 x 2,5 metros, que se extienden sobre toda la superficie terrestre, hasta más de 2.000 metros de altura en sentido Norte – Sur y Este-Oeste. El efecto patológico se concentra básicamente en los cruces de líneas. Crean principalmente trastornos nerviosos, procesos inflamatorios y agudos. Siendo inevitable que un dormitorio tengan uno o más cruces, es absolutamente imprescindible evitar tener la cama, (donde más tiempo se está) sobre un cruce.

  • Por líneas Curry. La red Curry.

Igual que la red Hartmann cubre la Tierra, pero su orientación es diagonal en sentido Noreste-Suroeste y Noroeste-Sureste formando una cuadrícula que oscila entre 6 y 8 metros de línea a línea. Los puntos más patógenos son los cruces de líneas y su intensidad es superior a la de los Hartmann.

  • Las Chimeneas Cosmotelúricas

Son un fenómeno que consta de un núcleo central de aproximadamente 40 cms de diámetro y un anillo que lo circunda de unos 10 cm de ancho, con una separación entre ambos de unos 15 cm, llegando así a los 65 cm en total. Además de esto, puede constar de 8 brazos orientados hacia los puntos cardinales, formando una estrella de hasta 8 puntas (Epifanio Alcañiz). Son remolinos de energía, espirales, que giran en un sentido primero, absorbiendo energía vital de seres vivos (humanos, animales y plantas), luego se detienen y comienzan a girar en sentido contrario, contaminando con radiaciones nocivas (José Dekovic).

  • Las Venas de agua

Son corrientes de agua subterránea, que provienen del deshielo para desembocar en el mar. El roce del agua en las paredes y piedras, de la vena, genera electromagnetismo estático en un ángulo de 90° y de una altitud aproximada de 2 km (Alama, 2017).

¿Por qué hay que cuidarse de las geopatías?

Diversas investigaciones señalan que las radiaciones patógenas perjudican los procesos bioquímicos y energéticos del cuerpo humano afectando primordialmente a las células del sistema inmunitario e incidiendo también sobre el sistema nervioso, endocrino y hormonal. La exposición a esta contaminación durante largos períodos de tiempo puede derivar en enfermedades crónicas

La medicina tradicional china y el Feng Shui explican el efecto geopático de las radiaciones naturales a través del sistema de meridianos y puntos de acupuntura. En términos de energía Yin y Yang, los efectos Yin que puede desencadenar la exposición a las “venas del dragón” (corrientes de agua subterránea) o los efectos Yang de las “salidas de demonios” (radiaciones provenientes de fisuras y rupturas del entramado del subsuelo)

Desde hace muchos años, el Instituto Suizo de Investigaciones de Geobiología de Chardonne, dirigido por Blanche Merz, realiza estudios médicos sobre las nocividades relacionadas con los cruces Hartmann y otras aberraciones telúricas. Han encontrado que, en la mayor parte de los casos, basta con desplazar la cama de los enfermos para constatar una mejora de su estado, iniciándose un proceso de curación.

Desde la antigüedad que el hombre tiene conocimiento de la existencia de radiaciones nocivas emanadas por el planeta y de los perjuicios que estas traen sobre la salud de los seres vivos al exponerse a ellas por mucho tiempo, por lo que ha buscado la forma de neutralizarlas.

Muchas zonas nocivas dejan los ambientes ionizados positivamente (+) provocando en las personas que duermen o permanecen mucho tiempo sobre ellas cansancio, ojos irritados, dolores musculares, insomnio, nerviosismo, despolarización de las células, cáncer, etc. Recordemos que lo que se encuentra sobre la vertical de una geopatía es una mezcla de pequeños elementos nocivos para la salud y que a la larga podrían ser letales para el ser humano, como por ejemplo los rayos x, los rayos gamma y rayos infrarrojos entre otros.

Existen varios sistemas para neutralizarlas, pero son limitados y complejos. Algunos, como los “scap” suelen saturarse, perdiendo efectividad, otros, como las “jaulas radiónicas” son muy complicados de construir y deben ser reposicionados cada cierto tiempo, por lo que no constituyen una solución cómoda y suficientemente efectiva.

La buena noticia es que conocemos una técnica que permite neutralizar las geopatías de toda la casa u oficina, de manera rápida y eficiente y sin la necesidad de utilizar herramientas ni artefactos complejos. Para eso necesitamos conectarnos con la Madre Tierra, pues es ella quien nos otorga el permiso para realizar este procedimiento y define también la duración que tendrá la neutralización pues no se trata de algo permanente, pero sí, bastante duradero. Hasta el momento, no hemos recibido negativas, pero tenemos claro que, a pesar de ello, siempre debemos pedirle permiso; el tiempo de duración más corto que nos ha otorgado es de 4 años y el más largo de 800 años.

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