Hoy quiero contarte cuál es el error más frecuente que cometen la mayoría de las personas al tratar de desarrollar sus talentos y realizarse utilizando la herramienta de la astrología.
Es muy sencillo: Todo el mundo mira al Sol. Lo hacen especialmente, aquellos que no conocen el potencial infinito de los astros y se identifican únicamente con su signo solar... pero es que aquellos que llevan más tiempo mirando al cielo, también caen en la "trampa heliocéntrica" (que no egocéntrica, aunque viene a ser lo mismo...)
O aún peor, los hay que no saben discriminar y le conceden la misma importancia a todo: equiparan una de las dos principales luminarias a cualquiera de los asteroides, por ejemplo. Craso error, del que ahora mismo te voy a salvar.
Por supuesto, el Sol es súper importante en tu carta, absolutamente imprescindible. El Sol nos revela tu verdadera esencia y aquel lugar en el que puedes brillar e irradiar luz, la esfera de tu vida en la que te es más natural enfocar tus esfuerzos... Trabajando el Sol y vibrando su energía en positivo puedes llegar a realizarte, de hecho, es una de las metas, pero... Nadie puede manifestar su verdadero Sol si no ha controlado antes su Luna.
Que no te engañen. No puedes saltarte ningún paso y la comprensión de tu signo lunar es imprescindible. Tomar consciencia pasa por entender, cuidar y nutrir tu faceta más femenina, receptiva y yin.
La Luna, en tu horóscopo, explica tu naturaleza más irracional e instintiva. Está muy relacionada con el temperamento que heredaste de tus antepasados, tus primeras experiencias vitales y la relación que tuviste con tu madre...
Sí, la Luna esconde algo de freudiano, si es lo que te estás preguntado... Ella tiene la respuesta a esos traumas de la infancia que tanto le gustaba revelar al afamado psicoanalista.
Así que necesitamos reconciliarnos con nuestra niña interior (la Luna) y entender la raíz de nuestras reacciones más instintivas y nuestros miedos más irracionales para mantenerlos a raya. Sin haber andado este camino, no podremos dirigirnos hacia el Sol. La Luna, además, nos revela cuál es nuestra auténtica forma de amar y vuelve nuestras relaciones más sencillas y satisfactorias, puesto que al integrarla dejamos de proyectarla en los demás y pedirle peras al olmo.
Hace tiempo pasó por mi consulta Nadia.
Nadia es una talentosa mujer con el Sol en Libra en la casa 9 y Ascendente en Capricornio; tiene grandes aspiraciones tanto para su vida profesional como para su vida personal... Y sin embargo, a pesar de su exagerado perfeccionismo, su capacidad de trabajo y su gran talento, Nadia estaba encontrando muchos obstáculos para cumplir sus objetivos. ¿El motivo? Bueno, en realidad confluían varios factores, pero una intuitiva Luna en Escorpio en el Inmun Coeli (Cielo superior), en cuadratura a la Parte de la Fortuna y con oposiciones a Saturno y Ceres le llevaba a sabotearse y complicaba bastante la vida y sus relaciones con los demás... Y es que, la aparentemente tranquila Nadia, tenía un genio tremendo que dejaba salir en cuanto se sentía amenazada y cuestionada... y lo cierto es que se sentía amenazada con demasiada facilidad.
Hicieron falta varias sesiones para poder trabajar la impulsividad agresiva de su Quirón en casa 3 en oposición al Sol y su Luna en conjunción a Venus y dirigirla hacia un cauce más adecuado, haciendo uso de su entusiasmo, su energía y su capacidad de liderazgo. Finalmente, Nadia entendió, que podía utilizar su Luna natal para alzar la voz por los suyos y dar la cara, para ejercer con carisma el liderazgo y guiar a otras personas y para motivar a los demás a abandonar su zona de confort. Por supuesto, Nadia sigue teniendo que esforzarse por controlar su temperamento, pero ahora es consciente de muchas cosas... y ha realizado un avance increíble.
Al igual que en el caso de Nadia, tu Luna también está muy vinculada a tus miedos y autosabotajes. Ella es la responsable de que aún no hayas podido hacer vibrar tu Sol en su máxima expresión...
Te recomiendo que dejes de sabotearte y prestar atención a tus creencias limitantes. Eliminas las ideas preconcebidas y no permites que esa cosa que denominamos “ego” dicte hasta dónde te está permitido llegar.
lunadominante