28 Aug
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El concepto tótem o animal de poder no es algo nuevo ni pertenece a modas espirituales, todas las culturas lo han usado y lo han hecho desde el inicio de los tiempos. El conocimiento ancestral indígena, en especial, siempre ha relacionado los animales con sabiduría y protección.

El animal de poder es afín a nosotros. De ese animal en concreto, debemos fijarnos en que estrategias sigue para su supervivencia, por ejemplo, y los obstáculos que debe afrontar serán muy parecidos a los retos que nos encontramos nosotros también en nuestro día a día. Cuanta más información sepas de él, más provecho podrás sacarle a tenerlo de compañero espiritual. Los animales totémicos, en cambio, varían a lo largo de nuestra vida. A la vez que nosotros evolucionamos en ambiciones personales y espirituales, nuestras necesidades y contexto cambien y también cambie nuestro animal. Por eso, por ejemplo, en la infancia nos acompaña un animal y al cabo de los años es otro animal con el cual nos sentimos identificados.

¿Alguna vez te has preguntado por qué hay unos leones a la entrada del Palacio del Congreso en Madrid, o por qué al frente de la bolsa de Wall Street en Nueva York hay un toro? Es habitual usar animales como símbolo de poder.

Ellos vienen para ofrecernos su ayuda. Por ejemplo, en una situación que estés pasando por mucho estrés, la energía de la ballena te va a aportar serenidad y puedes invocarla si lo crees necesario, o puede que estés pasando por problemas de salud en la que la fuerza y vitalidad del león pueda serte de mucha ayuda.

Personalmente, la manera más válida de averiguar a nuestro animal de poder es mediante una meditación. No tengas ninguna expectativa al respecto, no pienses “seguro que se me aparece este animal o este otro”, recuerda que es el animal quien te elige a ti y no al revés. Tú solo relájate y confía. Habrá personas que no se sientan cómodas realizando este tipo de meditaciones o tengan dificultad en las visualizaciones, en ese caso no te preocupes, ponte en contacto conmigo y te ayudaré a encontrarlo de una manera sencilla e igual de efectiva.

Distintos animales pueden ayudarnos en distintas etapas de nuestra vida y podemos conectar con la energía del que tenga las cualidades que sintamos nos faltan, sea nuestro animal de poder o no. Podemos pedir ayuda a cualquiera de los distintos animales, ellos siempre están allí para nosotros. Cada persona puede tener hasta 4 o 5 animales a lo largo de su vida, y todos ellos, conforman nuestro tótem.

El concepto tótem o animal de poder no es algo nuevo ni pertenece a modas espirituales, todas las culturas lo han usado y lo han hecho desde el inicio de los tiempos. El conocimiento ancestral indígena, en especial, siempre ha relacionado los animales con sabiduría y protección.

A lo largo de los años, numerosos pueblos indígenas han construido tótems, que suelen ser columnas de piedra tallada en forma de animales, con las que simbolizaban el animal de poder de la tribu, el clan o la familia.

Los animales de poder en la cultura chamánica

Actualmente, incluso vemos a la serpiente como símbolo de la medicina, porque son muchos los animales que se han considerado (y se siguen considerando) como sagrados y protectores en casi todas las culturas. Y son especialmente importantes en la cultura chamánica.

Los chamanes de las tribus indígenas, consideraron que era posible vincular o incorporar la energía espiritual de los animales con los humanos. Hoy el chamanismo sigue vivo y en sus rituales aún continúan invocando los tótems o animales de poder. Según los chamanes, cada persona posee uno o varios animales de poder a lo largo de su vida.

Es posible que, desde siempre, te hayas sentido atraído por un animal en concreto. Eras pequeño y te pasabas horas mirando documentales sobre leones, comprabas póster de ellos, o leías libros que explicaran curiosidades que te fascinaban.

Por ejemplo, una persona, desde pequeña, siente admiración por los caballos. Más que admiración, es obsesión.  Así sé que es una señal de que uno de los animales que le acompañan en esta vida, como tótem, es el caballo. 

Otra de las maneras para descubrir a tu animal o animales es si, de manera recurrente, hay un animal que se te presenta en tu día a día. Allí donde vas, ves su imagen por todos lados o incluso cuentas con su presencia.

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