21 Jan
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La grafología es una técnica de análisis de la escritura útil para conocerse mejor a uno mismo y a los demás. Uno de los aspectos que despierta mayor interés de esta disciplina es el análisis de la firma. Al estudiarla, lo primero que hay que tener en cuenta es que el texto representa el «yo social» (cómo la persona se muestra ante los demás), mientras que la firma simboliza el «yo íntimo» (cómo es el individuo en el plano personal). En general, la igualdad y armonía entre el texto y la firma nos habla de una persona auténtica, equilibrada, en armonía consigo misma y con fuerza. Por el contrario, las diferencias entre los dos planos delatan posibles conflictos, complejos y frustraciones. Cuanto mayores sean las diferencias, mayor será el desacuerdo entre el plano íntimo y el social.

Clara Tahoces, en su libro ‘Grafología. Conócete a ti mismo y a los demás a través de la escritura’ apunta diferentes elementos a tener en cuenta a la hora de analizar una firma. Entre ellos, la letra inicial de la firma, la situación de la firma en la página, la proximidad entre la firma y el texto y la dirección de la firma.

La altura de la letra inicial indica la importancia que se concede uno mismo frente a los demás. Si la altura de la inicial es normal (tiene entre dos y tres veces la altura del cuerpo central de la palabra), se trata de una persona que se encuentra a gusto consigo misma. Sus metas son realistas y camina con paso firme y sin prisas hacia sus objetivos. Si la inicial es baja, estamos delante de un individuo con pocas metas en la vida y que prefiere pasar inadvertido. Es posible que tenga un complejo de inferioridad. Si la inicial es demasiado alta, la persona lucha por ascender y no se conforma con lo que ya tiene. Es susceptible, no acepta la crítica y es fácil herirle el amor propio. Necesita que le reconozcan sus méritos, lo que puede generar insatisfacción.

La anchura de la inicial releva la firmeza con que se camina por la vida. Si la anchura es normal (representa el 70% de la altura y el 50% de la distancia entre letras), se trata de una persona segura que sabe hacerse valer. Una anchura pequeña de la inicial (inferior a los parámetros descritos) responde a una persona tímida, insegura y vacilante y con temor a proyectarse socialmente. Si la anchura es grande, denota fuerza, empuje y aplomo. Quizás los otros puedan sentirse atacados en su terreno.

La situación de la firma respecto a la página nos habla de cómo se sitúa el sujeto en el tiempo y en el espacio y cómo es el contacto con los demás. Una firma a la derecha del papel denota seguridad en uno mismo, extroversión e iniciativa. Pero si está muy a la derecha (tocando el límite del papel) indica impaciencia, precipitación, apasionamiento… Una firma en el centro del papel nos habla de una persona reflexiva y madura, capaz de controlar sus emociones. Si la firma está a la izquierda indica introversión, prudencia, timidez, indecisión. Si la firma casi toca el límite izquierdo de la hoja de papel, nos está indicando temores, represión y un carácter fuertemente introvertido.

Firma a la derecha

Firma a la derecha

Por lo que se refiere a la distancia entre la firma y el texto, cuanto más alejada está la firma del texto, más introvertida es la persona y más barreras pone para que los demás no se le acerquen. Cuanto más cerca está la firma respecto al texto, más extrovertido es el sujeto y más cálido y respetuoso es su trato con los demás. Si la firma roza el texto, el individuo tiene tendencia a invadir el espacio de los otros y se toma demasiadas confianzas hasta el punto de faltar al respeto de los demás.

Firma cercana al texto

Firma cercana al texto

La dirección del texto de la firma simboliza la ambición del sujeto y el camino empleado para conseguir sus metas. Una firma horizontal nos habla de madurez y autocontrol. El individuo sabe controlar sus estados anímicos. Una firma descendente es indicio de tristeza, enfermedad, cansancio o de una herida en el plano íntimo. Como más descendente sea la firma, más tendrá que ver con una depresión o con una tendencia autodestructiva. Una firma ascendente simboliza que la persona desea mejorar su posición. Cuanto más ascendente sea la firma, más elevadas serán sus pretensiones. Si los objetivos fijados son demasiado ambiciosos e imposibles de lograr, es un camino directo a la frustración y a la infelicidad, ya que la persona ni es consciente de las utopías que se está creando.


Firma descendente de Adolf Hitler. Según aseguran los grafólogos, pertenece a personas de talante autodestructivo.



Firma ascendente de Jane Austen. Este tipo de signatura demuestra realismo. La persona busca objetivos que no le resulten imposibles y que le permitan mejorar.



Texto fácil de leer, firma todavía mejor. Sinceridad y simplicidad por encima de todo. Esta persona no se anda con rodeos, es como es y lo expresa sin problema.


Tamaño respecto al texto

– La firma es proporcionalmente más grande que el texto

Esta persona tiene un alto concepto de sí misma. Se tiene en buena consideración y se enorgullece de ello.

– Firma proporcionalmente más pequeña que el texto

Esta persona se valora poco. Se trata de persona con el autoestima bastante baja. ¿Podemos mejorarlo?

¿Qué tal el análisis de tu firma? ¿Coincide con tu personalidad? Cabe decir que la firma, al igual que la escritura, cambia con los años, ya que todos evolucionamos. ¡Coméntanos qué tal ha ido tu análisis!

Si te ha gustado este artículo, puede que quieras descubrir si eres del 25% tetracrómata.

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