Símbolo Hamsa, contra el mal de ojo
El símbolo Hamsa es un antiguo símbolo de Mesopotamia, la cultura Otomana, Oriente Medio extendido hasta el Magreb y abrazado por culturas como la islámica (hamsa, significa 5 en árabe), la tradición judía y la cristiana oriental.
El Jamsa o Hamsa, también es conocido como Mano de Fátima, es un símbolo en forma de mano popular en todo el Oriente Medio y África del Norte. Es un símbolo de protección utilizado comúnmente como defensa y te protege de infidelidades, es utilizado principalmente por judíos y musulmanes.
Hamsa es un término de origen árabe que significa “cinco”, en referencia a los 5 dedos de la mano humana. El número 5 corresponde al número del Ser humano, los cinco sentidos, el mundo físico.
Hamsa es también un símbolo de buena suerte y fortuna (por cuanto suelta posibles enganches derivados del Mal de Ojo, la mirada malsana con la que miramos o nos miran fruto de las envidias por ejemplo).
El hamsa está presente en varias doctrinas orientales, como en el judaísmo, islamismo, y budismo, con sus significados propios de acuerdo a cada religión. El hamsa, o “mano de Mirian” término utilizado en el mundo de los judíos, aunque también conocido como “mano de Fátima” por los musulmanes, y por el budismo llamado “Abhaya Mundra”.
Como tal, es adoptado como un amuleto para la protección del mal de ojo, y de cualquier desgracia.
El símbolo de la “mano de hamsa” es caracterizado por representar el diseño de una mano derecha simétrica con cinco dedos: el dedo corazón en el centro, a sus lados el anular y el índice, un poco más cortos que el corazón e iguales entre sí, y en los extremos dos pulgares, del mismo tamaño y algo curvados hacia afuera.
En ocasiones, contiene otros símbolos como ojos, estrellas de David, peces, y otros con la intención de fortalecer el poder de hamsa que posee innúmeras representaciones. Por ejemplo: cuando es representado con los dedos juntos, el amuleto sirve para la buena suerte, en el caso de poseer los dedos separados se usa para alejar las energías negativas, de acuerdo a la tradición popular.
Con relación a lo anterior, los musulmanes relacionan los cincos dedos de la mano con los pilares del Islam, mientras que los judíos le atribuye el simbolismo a los cinco libros del Torá.
En la tradición islámica, el Hamsa está asociado a la Mano de Fátima, hija del profeta Mohamed.
En el judaísmo encontramos igualmente el Hamsa, como una posible herencia Sefardí, quizás por la convivencia de esta cultura con la árabe y bereber procedente del Norte de África. Existen referencias a conexiones entre el Hamsa, con la letra Shin, en referencia a un nombre de Dios extremadamente protector: “Shaddai”.
En Budismo y Jainismo encontramos también el símbolo Hamsa significando protección contra el Mal de Ojo, como símbolo contra la ignorancia, símbolo eliminador de miedos, y atrayente de la benevolencia (cosas buenas). Igualmente en esas tradiciones el Hamsa está asociado con el sistema de 5 chakras y el correcto fluir energético.
También es considerado como símbolo de pureza, iluminación, similar a una Flor de Loto.
Un relato sobre Hamsa
El hamsa también adquiere el nombre de Fátima, porque el profeta Mahoma, tuvo una hija que los musulmanes veneran con gran devoción.
Se cuenta que Fátima, ocupada en la cocina preparando la comida, al oír que su marido Alí llegó inesperadamente, sale a recibirlo, y su gran sorpresa es que se encontraba acompañado de una bella concubina. Fátima con actitud prudente y silenciosa, se devuelve a la cocina con una gran tristeza, no prestó atención a sus actos, y tenía una olla al fuego con caldo hirviendo y metió la mano para remover el guiso.
Fátima debido al fuerte dolor que atravesaba en su corazón, no sentía el dolor físico, pero Alí vio lo que estaba sucediendo y, se abalanzó sobre ella, gritando, momento en el cual Fátima se dio cuenta de que se estaba quemando la mano y la sacó de la olla.
En virtud de lo anterior, “la mano de Fátima” representa la buena suerte y las virtudes de paciencia, fidelidad y fertilidad. Además, de protección, especialmente a las mujeres embarazadas, por su protección de la matriz.
