Nuestro cabello es la extensión física de nuestros pensamientos, nos brinda la dirección a lo largo de nuestra vida; cada uno de nuestros cabellos nos representa a nosotros mismos, son puntos de conexión fuertes tanto de nuestro cuerpo como de nuestro espíritu según los pueblos indígenas.
Los hombres y mujeres de sabiduría han llevado el cabello largo; en cambio en los lugares donde se ha presentado la tiranía en cualquiera de sus formas, el cabello corto ha sido obligatorio y este, junto a otros factores ha culminado con la derrota espiritual y física de los pueblos.
El cabello tiene su propio lenguaje y carácter, y la forma en que sea peinado es sumamente importante para quien lo porte:
Actualmente las personas se peinan sin conocer el significado de sus acciones y el estilo en que se use, el cabello es importante pues haciendo a un lado la vanidad o practicidad, la forma en que uno lleve el cabello repercutirá directamente sobre nuestro estado de ánimo.
Adentrándonos al pensamiento de los pueblos indígenas encontraremos que la forma de llevar peinado el cabello era de suma importancia pues de esta manera se describía y anunciaba su participación en diversos eventos: matrimonio o guerra, alegría o duelo.
A través del cabello y los tocados que se llevaba sobre él se podía saber la madurez de las personas, su estatus en la sociedad o los tiempos de paz y guerra.
Los peinados eran como las estaciones; cambiaban en ocasiones públicas, privadas y ceremoniales. El cabello representaba los pensamientos y el estado espiritual del individuo; mostrando los vínculos y la unidad espiritual de su familia y definiendo la armonía cultural y el alineamiento espiritual de su comunidad.
El cabello representaba los estados de la naturaleza, fluían en línea recta como las cascadas o eran ondulados como el agua del río.
A los niños indígenas se les enseñaba a lavar y enjuagar el cabello.
En las enseñanzas de muchas tribus indígenas el cortar el cabello representaba un proceso de duelo o la proximidad con la muerte.
El cabello era un elemento místico en todas ellas.
No permitían que nadie tocara su cabello sin su permiso.
Desde hace mucho tiempo, pueblos de diferentes culturas, no cortan su cabello, porque es una parte de lo que son.
Cuando al cabello se le permite alcanzar su máxima longitud, entonces fósforo, calcio y vitamina D son producidos, y entran en el líquido linfático y finalmente al líquido cefalorraquídeo a través de dos conductos en la parte superior del cerebro.
Este cambio iónico hace a la memoria más eficiente y conduce a una mayor energía física, mayor resistencia y estoicismo.
Si decides cortar el pelo, no solo se perderá esta energía extra y nutrientes, sino que tu cuerpo deberá proporcionar una gran cantidad de energía vital y nutrientes para que vuelva a crecer el cabello perdido.
Además, los cabellos son las antenas que recogen y canalizan la energía del sol o (prana) a los lóbulos frontales, la parte del cerebro que se utiliza para la meditación y la visualización.
Estas antenas actúan como conductos para lograr una mayor cantidad de energía sutil, energía cósmica. Se tarda aproximadamente tres años desde la última vez que se cortó el pelo para formar nuevas antenas en las puntas del cabello.
Cuando te recoges el cabello húmedo, tenderá a disminuir y apretar un poco, e incluso romperse mientras se seca.
Una mejor idea es tomar de vez en cuando el tiempo para sentarse al sol y permitir que su cabello limpio y húmedo se seque de forma natural y absorba parte extra de vitamina D.
Los yoguis recomiendan lavar el cabello cada 72 horas (o más frecuentemente si el cuero cabelludo suda mucho). También puede ser beneficioso lavarse el pelo después de estar molesto o enojado, para ayudar a procesar las emociones.
A menudo, cuando las personas eran conquistadas o esclavizadas, les cortaban su cabello como un signo de esclavitud, impotencia y humillación.
Los huesos de la frente son porosos y su función es de transmitir la luz a la glándula pineal, que afecta la actividad cerebral, así como a la tiroides y a las hormonas sexuales.
Así como tribus y sociedades enteras fueron conquistadas, el corte de pelo se hizo tan frecuente que la importancia del cabello se perdió después de unas pocas generaciones, y los peinados y la moda llegaron a ser el foco.
Nuestro cabello como cada célula de nuestro cuerpo tiene memoria, por ello es común que cuando cerramos un capítulo de nuestra vida, nuestro ser nos pida un corte de pelo, inconscientemente se debe a la necesidad de renovación como cuando los árboles sueltan su corteza, hasta que recupere su vitalidad.
Los yoguis también recomiendan el uso de un peine de madera o un cepillo para peinarse el cabello, ya que ofrece una gran cantidad de circulación y la estimulación en el cuero cabelludo, y la madera no genera electricidad estática, lo que provoca una pérdida de energía del cabello hacia el cerebro.
Te darás cuenta de que, si te peinas desde la frente hacia atrás, de atrás hacia delante, y luego varias veces hacia la derecha y hacia la izquierda, te refrescará, no importa el largo de tu pelo. Todo el cansancio del día se habrá ido.
Para las mujeres, se dice que el uso de esta técnica para peinar el cabello dos veces al día puede ayudar a mantener la juventud, un ciclo menstrual saludable y buena vista.
Si tienes problemas de calvicie, la falta de energía del cabello puede ser contrarrestada con más meditación. Si estás encontrando algunas hebras de plata (canas) en el cabello, ten en cuenta que la plata o el color blanco aumentan el flujo de energía y vitaminas para compensar el envejecimiento.
Para la salud del cerebro, a medida que envejece, trata de mantener tu pelo lo más sano y natural posible.
Se dice que cuando permites que el pelo crezca en toda su longitud y lo enrollas en la corona de la cabeza, la energía del Sol, el prana, la energía vital, baja en la columna vertebral. Para contrarrestar esa tendencia a la baja, la energía vital Kundalini se eleva para crear equilibrio.
Los seres humanos necesitamos rituales para entender ciertas cosas. Y a cada ritual le asignamos poder que va más allá de las explicaciones objetivas.
¿Se los demuestro?
Muchas personas al levantarse, se programan para alcanzar a bañarse, tomar desayuno, y programar su llegada temprano al trabajo. Cuando despiertan tarde, no alcanzan a tomar desayuno, y durante la mayor parte del camino repiten fantasías sobre su llegada tarde. Sienten que al no cumplirse ese “ritual de la mañana: ducha + desayuno + llegar temprano” ya no empezaron con el pie derecho el día.
Otros compran cuadernos nuevos, aunque tengan cuadernos a medio uso, para empezar el año escolar en la universidad, pues asocian el nuevo cuaderno a un nuevo ciclo.
Y así hay muchos comportamientos rituales, que están llenos de significados personales con los que acostumbramos a movernos en el mundo.
La psicomagia comprende esta forma de funcionar del ser humano. Entiende que pese a que estamos en la era de la razón, somos seres compuestos de muchos aspectos y necesitamos que nuestras acciones tengan un significado, necesitamos algo que nos permita materializar acciones internas para sentir que estamos actuando sobre ellas, por ejemplo escribir una carta de cierre de ciclo, o lanzar una piedra de preocupaciones a un río.
Estas acciones cargadas de intención, actúan mágicamente, pues somos seres llenos de chispa divina, hechos a imagen y semejanza del creador para transformar la realidad que vivimos en función de nuestro crecimiento, aprendizaje y felicidad.
Desde este paradigma, y en continuación al artículo de “Cabello Mágico y Espiritual”, quisiera enseñarles algunas acciones de psicomagia con el cabello:
El cabello tiene funciones más elevadas que hacernos ver bien.
El ducharse y lavarse el cabello, puede ser un momento espiritual si lo intencionamos.
No necesitamos una meditación de 2 horas diarias para mejorar nuestra vida Espiritual, sino encontrar a la divinidad en cada esquina de nuestro día a día.
El ducharte es un momento para ti.
El cabello por su lento crecimiento, nos acompaña en muchos ciclos.
Cuando vayas a cortarte el pelo, mientras lo cortan agradece todo el aprendizaje de tus buenas y malas experiencias, e intenciona cortar con todas toda las energías de baja frecuencia asociadas a todas las experiencias que vivió tu cabello contigo.
Intenciona que a través de las tijeras se cortan todos los cordones energéticos que te atan a través del apego, miedo, enojo o cualquier emoción de baja frecuencia a otras personas y lugares.
Cuando veas tu nuevo pelo ya cortado, bendícelo y pídele que te ayude a canalizarla energía divina y a llenarte de huellas de bellas y felices experiencias.
Laura Virginia Álvarez Caram - Biodescodificadora