Curiosamente, a pesar de ser llamadas “partes arábigas”, su origen es griego. Posteriormente fueron usadas de forma extensiva (exagerada sería la mejor expresión) por los astrólogos árabes, quienes las empleaban para cada detalle de la vida que quisieran interpretar. Se han llegado a descubrir más de 140 partes en antiguos textos astrológicos.
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