02 Aug
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¿Alguna vez perdiste el control y te arrepentiste inmediatamente? ¿O alguna vez has descargado tu mal humor con un ser querido sin saber por qué? Probablemente, ambas cosas fueron hechas por tu sombra.

Conocida como "las partes de nuestra personalidad que queremos ocultar", la sombra se desarrolla temprano en la vida y puede ser muy destructiva.

Juicio, crítica, enfado, engaño… la sombra puede tener un efecto muy negativo en nosotros. Afortunadamente, hay cosas que podemos hacer para comprender y superar esto. Si quieres saber cuáles son, ¡sigue leyendo para verlas!

A principios del siglo XX, el famoso psiquiatra suizo Carl Jung dividió la personalidad en cuatro arquetipos: Persona, Anima/Animus, Sombra y Ego. Según su teoría, la sombra son todos los rasgos de personalidad que ocultamos a los demás y todos los patrones de pensamiento que desearíamos no tener.

La sombra suele formarse en la infancia e incluye cualquier cosa que nos frene, desde traumas hasta percepciones negativas. La sombra nos afecta de muchas maneras (sobre todo negativamente). Primero, puede hacernos juzgar a los demás innecesariamente. En el fondo podemos temer que los demás nos juzguen por cosas que guardamos en secreto, por eso preferimos mirar más allá de nosotros mismos.

La sombra también puede hacernos criticar las deficiencias de los demás. Si no nos gusta un aspecto de nuestra personalidad, es más fácil para nosotros dirigirnos a otras personas que comparten ese aspecto. Un ejemplo de este tipo de proyección es un padre que critica a un niño por mentir aunque le cueste decir la verdad.

Finalmente, la sombra nos obliga a hacernos las víctimas y culpar a otros por situaciones que nosotros mismos hemos creado. Esto puede deberse al deseo de evitar exponerse a algo desagradable o de revelar partes de usted mismo que le gustaría ocultar.

El objetivo principal de trabajar con la sombra es llegar a un acuerdo con aquellas partes de nosotros que hemos aprendido a ocultar y que instintivamente queremos suprimir. La idea es que al descubrir y aceptar las partes más oscuras de nuestra personalidad, podemos integrarlas en nuestra identidad y dejar de actuar sobre ellas inconscientemente.

Es importante recordar que este es un trabajo en progreso y que los grandes cambios no ocurrirán de la noche a la mañana. Esto significa que los beneficios pueden ser enormes. Primero, explorar nuestra sombra puede ayudarnos a comprendernos mejor a nosotros mismos. También nos ayuda a conectarnos mejor con los demás, porque una vez que nos entendemos y confiamos mejor en nosotros mismos, esa confianza se refleja en nuestras relaciones.

El trabajo en la sombra también puede ayudarnos a sanar el trauma infantil y permitirnos reflexionar sobre la forma en que queremos criar a nuestros hijos (si es que alguna vez tenemos hijos).

Finalmente, explorar la sombra puede ayudarnos a satisfacer nuestras necesidades de una forma más saludable y sustituir conductas destructivas por otras constructivas. Tenga en cuenta que trabajar con sombras no siempre es fácil ni conveniente. A veces es difícil sentarse y hacerlo. Para facilitar las cosas, haz algunos ejercicios de respiración antes de cada sesión; de esta forma, te sentirás más presente y calmarás tu cuerpo y tu mente.

El primer paso es observar tu vida objetivamente. Da un paso atrás y pregúntate cómo reaccionaría tu amigo ante tu comportamiento en una situación determinada. Hágase preguntas como "¿Por qué me siento así?" Esto le ayudará a identificar sus propios sentimientos y patrones de comportamiento. Este es probablemente el consejo más importante. Por doloroso que sea, es esencial para ser productivo en el trabajo. Si te cuesta aceptar la verdad, recuerda que aprendes de tus acciones y te conviertes en una mejor versión de ti mismo.

Incluso si no asistes a la sesión, puedes desafiar tus reacciones instintivas y continuar trabajando a tu sombra. Por ejemplo, la próxima vez que estés a punto de juzgar a alguien o hacer un comentario grosero, detente y pregúntate por qué te sientes así. A medida que te vuelves más consciente de los aspectos ocultos de tu personalidad y de cómo afectan negativamente tu vida, es hora de reconocerlos y perdonarte a ti mismo.

Asegúrese de darse suficiente tiempo y espacio para seguir adelante y recuerde que la curación no ocurre de la noche a la mañana. ¡Sé bueno contigo mismo!

Una forma más específica de tratar la sombra es probar la arteterapia. Pintar, bailar y cantar son artes que pueden ayudarte a conectar con las partes más oscuras de tu personalidad. Elige tu medio favorito (o uno que nunca hayas probado antes) y deja fluir las emociones.

Finalmente, puedes unirte a nuestro taller sobre arquetipos de sombras. Estamos capacitados para guiar a las personas a través de este proceso. Usaremos estados meditativos para ayudarte a resaltar los aspectos más profundos de tu sombra.


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