El proceso de recibir inspiración desde planos más allá de la realidad física conocido como “Canalización” puede darse de diferentes maneras que van desde la vocal en trance hasta los oráculos utilizando por ejemplo runas o cartas de tarot.
Ya a nivel espiritual el término canalización define el acto a través del cual un individuo es el canal utilizado para comunicarse con otro plano más allá del físico. Gracias a esto una persona que canaliza actúa como transmisor de mensaje y energías que provienen de otra dimensión o plano.
Uno de los aspectos más importantes de la canalización es la habilidad del individuo que puede conectarse con su energía espiritual, pues si no cuenta con ella el proceso de conexión con sus guías espirituales sería superficial.
En la medida en que una persona consigue desarrollar una estrecha relación con su Ser Superior el Universo cobra vida y es el camino para aprender las maravillas de la divinidad.
Como existen diferentes canales, el guía aprende a crear una verdadera sinfonía de experiencias para transmitir a quienes escucha. Cada uno de estos canales tiene su propio estilo y por ello se recomienda participar de distintas sesiones de canalización hasta encontrar uno que realmente inspire el corazón del receptor.
A pesar que todos los seres humanos son receptores potenciales o canales la información recibida por lo general no es atendida ya que el individuo supone que se trata de algo imaginario o de una confusión momentánea y no le da relevancia.
Mientras algunas personas tienen un canal receptor visual otras escuchan frases o palabras que provienen de su mente, mientras que existen también aquellas que sienten estas canalizaciones a través de síntomas en su propio cuerpo.
No debe confundirse las canalizaciones espirituales con la labor de un médium o vidente. La diferencia entre un medio y el otro es que en las canalizaciones espirituales siempre se recibe información que ya han dejado el cuerpo físico.
Esas entidades que se ponen en contacto a través de las canalizaciones lo hacen con el propósito de dar asistencia desde el amor incondicional, y la habilidad para abrir ese canal de comunicación se puede aprender.
Sin embargo, las canalizaciones solo deben utilizarse en momentos de confusión o de situaciones difíciles pues solo así será posible obtener lo necesario para avanzar hacia la evolución y cumplir el propósito del alma.
Durante una canalización espiritual es posible preguntar cualquier cosa, pero solo será contestado lo necesario o sea que las respuestas siempre serán abiertas y libradas a la interpretación personal.
Una sesión de canalización espiritual consta de tres partes que a su vez se complementan:
Participar de sesiones de canalización se recomienda para personas que se encuentran viviendo procesos de cambios, de despertar, crecimiento, o buscando su profunda verdad.